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miércoles, 4 de junio de 2025

VILLA DEVOTO

RELATOS…


Un poco de humor...
CLORITO, EL FANTASMA DEL PALACIO DE AGUAS


Escribe: NORBERTO PEDRO MALAGUTI. Vecino.


En el primitivo Camino del Progreso, hoy avenida Francisco Beiró, nombre de un destacado y querido vecino que acompañara a Hipólito Irigoyen como vicepresidente de la Nación en 1928 que la muerte le impidió asumir, se destaca la presencia de un hermoso y espléndido edificio, el Palacio de Aguas proyectado por una reciente institución, Obras Sanitarias de la Nación, allá por 1912 para llevar agua potable a los hogares.

La Primera Guerra Mundial, demoraría su concreción pero un primero de Diciembre de 1917 se inauguraba. Cuando lo vemos tan imponente nos impulsa un deseo que debería tanta belleza tener una importante cosmética y una destacada iluminación.

Pero en realidad sito estos datos porque al escuchar muchas veces por picardía o simple por deseos fantásticos el correr boca a boca de la presencia de fantasmas en emblemáticos palacios de nuestra hermosa Villa Devoto me lleva a contarles un hecho.

Uno no desea sumarse a estos comentarios porque intenta respetar nuestro ayer con cierto rigor histórico, pero cuando la realidad te golpea y te convierte en un testigo inesperado no puedes obviarlo.

Respecto al tema del título de este relato, les contare mi experiencia acaecida ya hace un par de décadas que ahora me atrevo a confesar.

Un sábado de Octubre, de estas tardecitas primaverales donde nuestro barrio explota de jardines floridos, y el ambiente se perfuma, reafirmando nuestro lema “Villa Devoto Jardín de Buenos Aires” estaba allí en ese lugar ordenando un recorrido tentativo para una visita guiada y me detuve en esa oportunidad a contemplar el palacio con suma atención.

Me atrapaba su imponente estructura, pero también descubrí como era habitual ver pasear a grupos de hermosas jovencitas muy emperifolladas denunciando nuestra alma pueblerina.

Pero algo inesperado me saco completamente de eje, detrás de las verjas de la esquina de la calle Mercedes, una fantástica figura que parecía rememorar al fantasma Casper, marcaba su presencia para deleitarse observando a ese desfile de las adolescentes niñas devotenses con su gracia, sus risas pergeñando algún asalto, como se le decía a los bailes de las barras de amigos o ir a algún cumpleaños.

Quizás hoy Laura logre que ese chico que le gusta se anime de una buena vez, pensaban sus compañeras.

Este inocente personaje que decidí bautizar Clorito me llevó a volver en otros sábados a aquel significativo lugar para comprobar si mi experiencia no era un ataque de delirio.

Cuando las sombras predominaban se esfumaba y nunca pude aproximarme a él porque inmediatamente desaparecía por su extrema timidez hasta tal punto que ni siquiera arrancaba de su boca un modesto buuuu.

Pero si noté un hecho que se reiteraba ante cada uno de los grupitos de bellas jovencitas que desfilaban para su deleite por esas gastadas veredas del Palacio...

Era que al verlas, a Clorito se le hacía agua la boca...

miércoles, 16 de abril de 2025

VILLA DEVOTO

HISTORIA


¿CÓMO SE DECIDIÓ EMPLAZAR LA CÁRCEL EN EL BARRIO?


Gentileza: NORBERTO MALAGUTI.
Secretario de la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto. Vecino



En el marco de la celebración del 136º aniversario del barrio e iniciando las actividades públicas de la Junta de Estudios Históricos se realizó su primera charla sobre un tema que ha vuelto a tomar actualidad a partir del nuevo anuncio del Jefe de Gobierno que comunicó que una vez terminadas las obras de los nuevos pabellones que se están construyendo en el Penal de Marcos Paz, se trasladará La cárcel de Villa Devoto y se dará un nuevo destino a estas tierras.

Norberto Pedro Malaguti, secretario de la entidad y profundo conocedor de la historia del barrio, basó su exposición en las muchas fantasías que han girado en torno a la cárcel, las desmitificó y también tuvo la oportunidad de citar a residentes, que aunque no merecían tal destino, terminaron en las celdas de esa prisión.

El señor Malaguti y la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto,  tuvieron la gentileza de hacer llegar a nuestra redacción una síntesis de la charla, que además se verá nutrida por otros retazos de la historia vinculados a la cárcel. Por su extensión, la publicaremos en capítulos, cuyos links estarán al pie de cada uno de los artículos.

LOS ORÍGENES

Uno de los problemas existentes en las últimas décadas del siglo XIX, fue el gran crecimiento de la delincuencia: delitos de juego clandestino, prostitución, embriaguez y vagancia. Se hacía imposible el alojamiento de los que contravenían esas reglamentaciones ya que su detención correspondía a las Alcaldías que estaban superpobladas. Se empezó a plantear la necesidad de la construcción de nuevos centros carcelarios.

Por otra parte, la cuestión de los límites de Buenos Aires con la Federalización fue resuelta en 1880. En 1887 se llegó a un acuerdo, por el cual los partidos de San José de Flores y de Belgrano se integrarán a la ciudad.

Surgió entonces la idea de construir nuevos establecimientos de detención sobre la base de utilizar los sectores periféricos de las áreas incorporadas, buscando combinarlos con los parques, los cementerios existentes y los hospitales. Se trataba de lograr un conjunto, lo que provocaría cierto alejamiento de las zonas residenciales.

Uno de los primeros proyectos se presentó en 1883. Fue diseñado por Enrique Aberg, próximo a los Mataderos del Sur, donde ya había un hospital militar y estaba a 600 metros del Cementerio del Sur. Pero no prosperó y finalmente quedó como espacio público. (Parque España)

En 1887 surge otra iniciativa del Director General de Arquitectura, Francisco Tamburini, en los terrenos de Melo, Azcuénaga, Anchorena y Chavango (Avda. Las Heras). Tuvo en cuenta el criterio general, dada la proximidad con el Cementerio de la Recoleta, el Asilo de Mendigos, la Iglesia del Pilar y el Hospital de Mujeres. Nunca se concretó.

También se intentó utilizar unos terrenos en Caballito, en las calles Guayaquil, Jose María Moreno y Rosario, pero la fuerte oposición vecinal impidió la iniciativa.

Uno de los proyectos más importantes y adecuado a los nuevos conceptos carcelarios de rehabilitación de los detenidos, fue el denominado Cárcel del Parque. Realizado por Juan Antonio Buschiazzo y Juan Carlos Buschiazzo, presentado en agosto de 1911. Contemplaba la idea predominante del conjunto, ya que lindaría con el Hospital Tornu, (también proyecto de los Buschiazzo), el Parque del Oeste, la Escuela de Agronomía y estaría en las proximidades del Cementerio del Oeste (Chacarita). Estaba previsto para 2.000 reclusos varones y 400 mujeres. Abarcaba la fracción entre las calles Tinogasta, Zamudio, Tres Cruces (Francisco Beiró) y la Av. San Martin. Uno de los argumentos, que luego fue valido era que estaba a 12 km de Plaza de Mayo. Parte de esa superficie hoy está ocupada por el Instituto de Oncología Dr. Ángel Roffo.

Este proyecto tuvo la adhesión de la prensa, de especialistas en el tema y la conformidad de autoridades. Pero también una férrea oposición. La Escuela de Agronomía, creada en 1904, no cedió la fracción que se utilizaría en el futuro para ensayos y emprendimientos, lo que hizo abortar la idea.

Podríamos citar varios proyectos más de esa ecléctica política carcelaria, pero esta es válida como síntesis.

Plano original de la cárcel de Devoto
LLEGA LA CÁRCEL A VILLA DEVOTO

En esta decisión seguramente influyó el proyecto de la Cárcel del Parque. Otra razón también fue la indebida apropiación de una generosa donación de tierras para un Hospital.

Una de las familias más tradicionales del Partido de San José de Flores, la familia Visillac, poseedores de varias fracciones de tierra en los límites hacia el Sur del primitivo Villa Devoto (Estación FCGU -Francisco Beiró), deciden a principios de los años `20 del siglo pasado, donar una de sus propiedades. Era una fracción de unas cinco hectáreas, que la familia pretendía se destinaran a la construcción de un Hospital. Aclaremos que en 1962 por Ordenanza Municipal se establecen los límites barriales oficiales, aunque bastante arbitrarios. Anteriormente se consideraba que Villa Devoto llegaba hasta Álvarez Jonte.

Hasta los primeros años del siglo pasado, en esa zona predominaban las quintas de verduras, alfalfa, frutales, en algunos casos flores y existían hornos de ladrillos. A partir de los años `20 con la instalación del Palacio de Aguas, la extensión de las redes sanitarias y de energía, también se amplía la zona urbanizada hacia el sur.

Aunque podríamos decir, al estilo de los Buschiazzo, que la zona aún era marginal. Estaba más allá de los 12 km. de Plaza de Mayo. En definitiva, la decisión oficial burocrática fue suspender el destino original de construir el hospital y a través de un Decreto de abril de 1923 se decidió reemplazarlo por una Cárcel de Encausados. La razón principal fue la crítica situación de superpoblación de las Alcaldías. Inmediatamente comenzó el plan de obras y se inauguró la cárcel en 1927. Estaba bajo la jurisdicción del Servicio de Alcaldías, dependiente de la Policía Federal. Para males peores, en 1957 pasa a la esfera del Ministerio del Interior y se habilita para delitos comunes.

Ya en ese entonces la zona era totalmente residencial y absolutamente inadecuada para una institución de ese tipo. Ya conocemos las enormes consecuencias que trajo.

El proyecto de la Cárcel de Villa Devoto es obra del arquitecto Francés Rene Villeminot, nacido en Reims, Francia en 1878, y llego a la Argentina en 1909, diseñador de numerosos Colegios Nacionales, del Museo Nacional de Bellas Artes, la reconstrucción de la casa de Yapeyú, lugar de nacimiento del General Jose de San Martin.

Fue un extraordinario docente durante dieciséis años y maestro destacado de varias generaciones de profesionales. Falleció en Buenos Aires en 1928.

La Historia oral suele ser importante de acuerdo a los testimonios. Nos llegaron comentarios de que Antonio Devoto se opuso al proyecto de la Cárcel del Parque. No podemos afirmarlo ni negarlo. Lo que sí existía era una gran relación entre ambos grupos familiares, los Devoto y los Buschiazzo. El tema se debe haber conversado. Queda claro por otras opiniones orales, que nada tuvo que ver Antonio Devoto con el establecimiento de la cárcel en la Villa ya que había fallecido en 1916, y ni siquiera era propietario de esas tierras.

Referencias:
La Cárcel del Parque, Arq. Horacio Caride Bartrons y Matías Ruiz Díaz
Estrategia Territorial y Proyecto Carcelario, Matías Ruiz Díaz

NOTAS VINCULADAS:


viernes, 11 de abril de 2025

EDUCATIVAS Y CULTURALES

RELATO


FASTIDIO
Mateo Videnor


Escribe: NORBERTO MALAGUTI
Secretario de la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto. Vecino.



Marcelo Patricio Muñiz Lazar
, así dice la placa sobre ese enorme escritorio de caoba, debajo de su nombre se lee Jefe de Relaciones Humanas.

Está de muy mal humor, justo ahora cuando tenía la escapada al sur para participar en la competencia de running, tiene esa inoportuna inflamación en la rodilla.

Mira la hora, recién ha llegado, son las nueve y cuarenta y cinco, aprieta el intercomunicador y grita como si su secretaria estuviera a cien kilómetros.

- Claudia venga de inmediato.

Claudia, demora unos instantes, más de lo común, ha descubierto que tiene el cinto desabrochado de su calzado, lo ajusta y parte al despacho.

Claudia, qué le paso que tardó tanto?, esta aquí al lado!

No le da tiempo a una respuesta y continúa...

- Escúcheme bien, tome mi carnet de la prepaga, pida un turno urgente para un médico traumatólogo, y tiene que ser esta semana, ya que tengo que viajar al sur este viernes, no acepto un no, ya que pago bastante, la hago responsable.
Ah!, eso sí, cuando tenga el turno, llame a mi chofer, y avísele que esté listo pues no vendré a la oficina, cuál es la hora del turno y averigüe una farmacia próxima al sanatorio para adquirir lo que necesito.
Usted, pásele el Cuit de la empresa al chofer para la factura y que se la de a usted, para que me reintegren el importe, está claro no?

- Sí, Señor.

- Ah, vaya y dígale a Alberto que me traiga un café doble bien caliente y una aspirina.

Dos pequeños golpecitos en la puerta del despacho

- Quién es?

- Yo señor Marcelo, Alberto con el café.

- Pase.

- ¿Trajo la aspirina?

- Si Señor y un vaso de agua para ingerirla...

- Perdón Señor, podría pedirle algo?

- Diga...

- Mi mujer está ya por parir y tiene que realizar un último control y está muy pesada, podría llegar un par de horas más tarde pasado mañana?

- ¿No tiene ningún familiar que la acompañe?

- Señor, yo soy de Chaco, no tengo a nadie aquí.

- Mire que la empresa no está para regalar nada a nadie, ni satisfacer las cuestiones personales, esa es su responsabilidad, pero bueno, hágalo, pero luego tendrá que compensar esas horas.

- Gracias Señor, es Usted muy generoso.

- Para eso estamos!

sábado, 8 de febrero de 2025

EDUCATIVAS Y CULTURALES

RELATO DE VILLA DEVOTO


EL PIBE BOTELLA


Escribe: NORBERTO MALAGUTTI
Secretario de la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto. Vecino.





Alguien con certeza bautizó a Gardelito, el “Pibe Botella”, aunque no fuera un pibe, sus más de cuarenta años lo desmentían, era un adulto, si, pero su mente conservaba todo ese espíritu de la ingenuidad que suele caracterizar a los púberes.

¿Porque Pibe botella?, evidentemente por su particular silueta, curiosamente su cuerpo tenía una forma parecida a esas viejas botellas de leche pasteurizada, ancho abajo, adelgazándose hacia arriba y coronada con una pequeña cabeza.

Gardelito, alguien lo bautizó así, creo que era bastante acertado y descriptivo, cantaba, siempre cantaba, pero bajito, como para adentro.

Como todo supuesto pibe, era imprevisible, podía de pronto encontrárselo apoyado en la baranda de madera de la avenida General Paz, observando los interminables partidos de fútbol en la famosa paleta central de la General Paz próxima a la avenida San Martin.

También era común que apareciera con una oportunidad certera para estar dispuesto a ofrecerse para ayudar a todo el mundo, asistir a una señora mayor para cargar las pesadas bolsas repletas de frutas y verduras que trajera de la feria de Franco.

O ayudar a subir o bajar muebles, mercaderías en alguna casa o negocio, eso sí, no aceptaba propina, el dinero para él carecía de todo valor, era una cosa abstracta, en cambio le encantaba que le regalaran un pan.

Una tarde cuando preparamos la lista de dadores de sangre para Jorge, fue uno de los levanto la mano.

Vivía consumiendo pan, era para él una golosina imprescindible, seguramente solo reemplazable por los caramelos de leche.

Nadie se le burlaba, era tan pacifico, bonachón que hasta los más picaros se sentían inhibidos de molestarlo o agraviarlo.

Le agradaba ser partícipe de las charlas en las reuniones de los muchachos, atento a oír las discusiones de futbol, los planes del fin de semana, se acercaba a escuchar silenciosamente las pláticas, nunca opinaba, creíamos que Gardelito poco podía entender, eso pensábamos al menos.

Se divertía viendo jugar a los niños a la bolita o a las figuritas.

Rara vez estaba ausente por las tardes en la salida de los niños de la escuela República de Venezuela, esperando el saludo de los púberes, evidentemente le resultaba tan gratificante...

¿Se habrá preguntado alguna vez, porque nunca fue alumno de esa escuela?

Si no tenía ninguna tarea, se sentaba en la vereda de su casa, directamente sobre las baldosas, respondiendo todos los saludos, aún de aquellos que no lo hicieran, eso sí al anochecer se encerraba en su pieza de esa vieja casa de la calle Bazurco, pues tenía un gran temor a la oscuridad.

Así pasaban para él todos los días, reposando, escuchando, o ayudando a cualquiera que pidiera su auxilio.

¿Cómo lo lograba?, no sé, pero siempre tenía un pan, en aquellos grandes bolsillos de su mameluco azul, que le daba pinta de mecánico.

Era parte del paisaje, del hacer cotidiano, por eso su brusca ausencia fue algo muy triste para todos aquellos que le habíamos tomado un particular afecto.

Ninguna tarde más vimos a Gardelito como siempre sentado en la vereda, canturriando algún tema poco entendible, con su infaltable pan, siempre dispuesto a prestar su colaboración, exhibiendo una dibujada sonrisa bastante enigmática que nos hiciera sospechar si en realidad era más inteligente que todos nosotros.

¿No sería un gran simulador?.

Gardelito para nosotros era algo parecido a la esquina, un punto de encuentro.

Por medio del comentario de un familiar, nos enteramos que la noche anterior había tenido un ataque de furia.

Gloria, una vecina, contó que lo había visto irse con un bolsito pequeño acompañado por tres enfermeros vestidos de gris, que lo subieron a una camioneta blanca, no tenía pan en sus manos, pero sin embargo tuvo tiempo de mostrarle a Gloria su última sonrisa.

Desapareció para todos definitivamente el Pibe Botella, nunca más supimos de él, suponemos que lo deben haber internado, porque seguramente era un individuo inadecuado para esta sociedad con su extraño comportamiento.

No cabe duda, el diagnóstico de Gardelito debía ser muy grave, seguramente estaría completamente loco.

viernes, 10 de enero de 2025

VILLA DEVOTO

RELATO FANTÁSTICO SOBRE LA CASA BEIRÓ


ME HAN OLVIDADO


Escribe: NORBERTO MALAGUTI
Secretario general de la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto. Vecino.





Producto de un inmanejable hábito, no pude más que asociar un hecho, ya que en unos días, asumirán, nuevas autoridades en nuestro país [diciembre de 2023], y en ese habitual delirio, recordé a un prestigioso y querido vecino, que debía asumir la vicepresidencia de la Nación en 1928 acompañando a Don Hipólito Irigoyen.

Ese querido vecino, no era otro que el doctor Francisco Beiró, que fallecía el 22 de julio, pocos meses antes de su asunción. Traía a mi memoria, por recuerdos y testimonios de viejos vecinos, que fuera velado en su propia residencia, en la esquina de Cantilo y Marcos Paz.

Me trasmitían también que el pueblo devotense acompañó a pie, durante veinte cuadras sus restos, en gratitud a un vecino al que solían verlo caminar solo hasta la estación del ferrocarril, cruzando saludos o comentarios. Al que tanto le debían por su interés por el mejoramiento del barrio, por su trayectoria en la presidencia de Consejo Escolar, y su amor a los niños.

Estos recuerdos, aunque no sé la razón, me obliga a contarles una infidencia que tiene que ver con esa cuestión.

Hace unos pocos meses, suena la campañilla de mi teléfono de línea y recibo un llamado muy sugestivo, que tratare de reflejar lo más fiel posible.

- Hola.
- Hola hablo con Norberto, el presidente de la Junta de Historia?.
- Sí
- Mire, yo ya he hablado muchas veces con Usted, y reconozco todo lo que han hecho para proteger la propiedad del doctor Beiró, pero en esta oportunidad quiero contarle algo que me ha impresionado mucho.
- Dígame, ¿Quién me habla?
- Perdone, hemos hablado muchas veces de las ocupaciones indebidas, del deterioro que sufrió, siempre encontré en la institución un gran respaldo, pero no quiero en este caso, por lo que le voy a contar, darle mi nombre, y si me reconoce, no lo tome en cuenta.
- Bueno, me preocupa mucho, ¿Están demoliendo la residencia?
- No! No!. Pero no puedo callarlo. Mire Norberto, hace ya un tiempo, cerca de un año atrás, me ocurrió lo siguiente, volvía de noche de mi modista y como vivo muy cerca de la residencia, noté que una luz interior, media celestona, parecía moverse dentro de la propiedad. Me enfurecí me acerqué, y grité, váyanse de ahí, vagos intrusos, que los voy a denunciar, cosa que había ocurrido otras veces, insistí con mis amenazas, pero de pronto esa lucecita se iba extinguido y una voz, con cierto tono de grito apagado pronunció unas dos o tres palabras.
- Siga, siga por favor...
- Le pido que tome esto en serio...
- Por supuesto, me tiene intrigado.
- Bueno, pero viendo la residencia en ruinas, me di cuenta que ya todo estaba perdido y retomé el camino a mi hogar. Qué significaban esas palabras que escuché, no había podido entenderlas bien, en fin, todo quedo ahí. Como la rutina cotidiana nos conduce por caminos inevitables, quedó momentáneamente en el olvido.
- Señora, la estoy tomando muy en serio, sabe bien que para nosotros son importantes los testimonios vecinales...

Y sabiendo que cuando me largo a hablar del barrio no me paran, me cortó y prosiguió...

- Sígame, porque ahora se va a sorprender mucho más, pero espero que tome todo esto con respeto.
- Por supuesto.
- Una amiga, también vecina y muchas veces compinche por la defensa de esa residencia, me contó algo muy sorprendente. Le ocurrió también de noche, y le voy a hacer una síntesis, porque con todo respeto ella es demasiado locuaz e ilustrativa. 
Bien, me cuenta que estaba por cruzar Cantilo, contemplaba la residencia absolutamente destruida y la rabia le encendía el alma, todo oscuro, silencioso, pero cuando esperó que pasara una de esas camionetas rurales, con focos intensos, ocurrió que iluminó la residencia que brillaba con total plenitud, desnudando su espantoso deterioro.
 Bueno usted dirá, algo normal, y con razón, pero continuó, la camioneta siguió con su recorrido, y Lu…, casi se me escapa, haga de cuenta que no he dicho nada.
- Por supuesto.
- La residencia, en su interior, aún seguía iluminada tenuemente. Como es más loca que yo, se acercó a la alambrada de la misma, y empezó a gritarles que se fueran de allí, “intrusos”, “vagos”, adornada de algunas gruesas palabrotas. Después, de desgañitarse, vio que esa luz abarcaba todos sus ambientes. Al asociarla a lo que me había ocurrido, empecé a hacerle preguntas. Ella, me relató que no titilaba, por ello no podía ser de una vela, y la propiedad no tiene corriente eléctrica. Tenía una tonalidad azul claro, y se percibía en toda la residencia.

Me sentía atrapado por el relato... Continuó el relato diciéndome: 
- Se fue, pero la propiedad seguía iluminada. Otra vez intrusada, se dijo a si misma, rumiando bronca. Pero al contármelo, me animé a relatarle lo que me había ocurrido unos meses antes, y ambas sentimos que nos invadía un profundo escalofrío.
 Pelando papas, mire lo que le digo, esperando el colectivo, en todo momento, no pude de dejar de pensar en todo eso, y empecé a tratar de descifrar las palabras que aquella noche escuche. Y hace unos días, encontré la respuesta, por eso lo llamo.
 Tómelo como quiera, perdóneme, necesitaba contárselo a alguien, que se sabe escuchar.
- Bueno gracias, a nosotros nos ayuda mucho. ¿Qué es lo que Usted escuchó?
- Hoy lo tengo patente, escuché: ME HAN OLVIDADO

Fuente: Barriada.

miércoles, 4 de diciembre de 2024

VILLA DEVOTO

RELATO INCREÍBLE...


EL BARCO ENCALLADO

En avenida San Martín y el Bulevar José Fagnano


Escribe: NORBERTO MALAGUTI
Presidente de la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto. Vecino


Si Usted piensa que algo insólito puede ocurrir no tiene más que pensar que el país más indicado es el nuestro. Y para no desentonar con esa cualidad, también nuestro querido Villa Devoto seria testimonio de un inesperado acontecimiento, un barco encallado en la avenida San Martin y el Bulevar José Fagnano...

Cuando se iniciaba el año de 1967, una tarde todos fuimos sorprendidos porque una nave de importantes dimensiones en medio de su traslado al lago de Nahuel Huapi para desarrollar circuitos turísticos en Bariloche había quedado detenida en medio de la citada avenida.

La causa, su elevada altura aumentada por el tráiler que la transportaba, provocaba que no pudiera avanzar por la cantidad de cables de alumbrado público y de tendido telefónico. El nombre de la nave era El Gaucho.

Fue un desfile de vecinos con sus cámaras fotográficas para recordar ese increíble acontecimiento, aún conservo esa foto acompañado con un par de amigos, Jorge Vaccino y Francisco Lococo.

Fue infructuoso pedirles a los custodios de esa imponente nave que fuéramos por un ratito embarcados, aunque sea de polizones.

Esos jóvenes empleados tuvieron que responder muchas preguntas a cada vecino o vecina que se acercaba, cuan largo era, que antigüedad tenia, cuál era su destino y cuanto tardaría en llegar.

El tráfico de aquellos años era insignificante comparado con el actual, y encima no existía el carril exclusivo del Metrobus y su consiguiente parada en Ladines.

Que recuerdos me trae hoy aquel suceso y sobretodo como lo tomaron los vecinos. Me atrevo a afirmar que a pesar de la enorme distancia temporal que fue la sorpresa en primer lugar, curiosidad y hasta cierto beneplácito de ser lateralmente protagonistas durante esos pocos días, de una situación tan insólita. Agregaría sin pudor un motivo simpático y festivo que nos sacaba de la rutina.

Cuando esta inmensa nave zarpo nuevamente, allí estábamos unos cuantos vagos despidiéndolo, agitando frenéticamente nuestros pañuelos, y se escucharon algunos aplausos. Qué maravilla, esa esquina se convirtió en el único puerto de tierra firme que tuvimos en la Villa.

Me pregunte varias veces, si ocurriría hoy este acontecimiento, la reacción seria la misma.

Probablemente no!

viernes, 8 de noviembre de 2024

EDUCATIVAS Y CULTURALES

RELATO ...


POR UN ALFAJOR


Escribe: NORBERTO PEDRO MALAGUTI
Presidente de la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto. Vecino


Sabía que había varios compañeros del curso se colaban en el tren, cuya estación estaba a un centenar de metros del Colegio Reconquista, pero yo por timidez, temor o estúpida moralina, nunca me animaba.

Algunos lo hacían para compran algo mas en el buffet, yo salteaba ese paso del almuerzo para ahorrar y poderme comprar un libro, con esas novedades atractivas que aparecían en la vidriera de la Librería Bautista,

De Urquiza a Migueletes, dos estaciones que podía pasar? me preguntaba, hasta que me anime, si me ahorro el boleto del colectivo, me podría comprar otro libro más.

Las primeras coladas, fue con algún compañero, pero empecé a preferir estar solo pensado que era más fácil pasar desapercibido.

La técnica no era compleja, ver por donde subía el chancho, después de dar la orden de salida con su silbato ingresaba bastante alejado.

Pero un día la estrategia fallo, y me atrapo, solo intente decirle que me había quedado sin plata, pero era inflexible.

Me amenazo con que me bajaría en la próxima estación y que deberían retirarme mis padres, eso era terrible, pues esta falta de conducta era intolerable.

El tren por no se que razón, se paro entre barreras llegando casi a la estación Pueyredón, pensé en saltar, pero me tenia bien bloqueado

Pero de pronto se me ocurrió la última excusa.

Señor, le diré la verdad, sabe, mis papas me dan la plata justa y como tengo una compañera en el aula que me vuelve loco, me gaste la plata del viaje y le regale un alfajor.

No se porque experiencias amorosas paso ese hombre, todo cambio, me reto con energía, y me dijo “te bajas en la próxima y no quiero verte nunca más”

Menos mal que el chancho no sabía que mi cole era solo de varones.

miércoles, 30 de octubre de 2024

EDUCATIVAS Y CULTURALES

RELATO


UNA EXTRAÑA CONFESIÓN

Mateo Videnor


En recuerdo a Diego Armando Maradona, que vivió en Villa del Parque, en una comuna que lo vio crecer futbolísticamente.
30 de Octubre 1960 - ∞


Escribe: NORBERTO MALAGUTI
Presidente de la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto. Vecino


Hacia tanto tiempo que no ingresaba a una iglesia, si no recuerdo mal la última vez fue cuando asistí a la boda de una compañerita de trabajo.

Muchísimo más tiempo aun para ir a confesarme, creo que lo hice una sola vez, a los ocho años para estar en estado de gracia cuando mi padre me obligo a tomar la comunión.

Si me acuerdo del único pecado que tenía por declarar, porque sentía que eso era una declaración, que con mis amigos habíamos matado a unos gatitos.

Lo que no recuerdo, si de ese hecho realmente estaba arrepentido, éramos bastante crueles.

Observe a una jovencita arrodillada ante ese hermoso confesionario, espléndidamente tallado, santiguarse antes de levantarse y luego volver a hacerlo ante el Cristo crucificado.

Me aproxime, recogí mis pantalones y me arrodille esperando.

Una voz del interior me indicó,

Te escucho hijo.

Mire padre vengo a confesarme pero no sé si lo que le diré es pecado, sacrilegio, creo ser una buena persona, pero escuchare su concejo o su penitencia.

Siendo un jovencito al iniciar mi escuela secundaria, sentí que no creía en Dios o no lo amaba, ya que el sacerdote que tuve en catecismo me enseñó a tenerle miedo, y eso hizo que me distanciara de él.

Empecé a leer a Bertrand Russell a Anatole France en los comienzos de la escuela secundaria.

Vivía debatiendo y tratando de convencer a los demás de su inexistencia, que era una idea abstracta, muy poco terrenal.

Pero después me di cuenta que era una discusión superflua, si hay gente que lleva en su corazón es absolutamente legítimo.

Pero como veo que nadie espera para confesarse me tomé este atrevimiento con esta larga introducción.

Está bien hijo, estoy para escucharte.

Por ello le decía que ese ayer mío, realmente fue pecado, y porque digo ese ayer porque siento que tengo un Dios.

Lo siento generoso, consustanciado con los pobres, dando alegría a los pueblos, rebelándose contra la injusticia, contra los falsos sacerdotes del poder que lo crucificaban a diario y que era profundamente terrenal.

Primero hijo, la duda no puede ser pecado, pero además tu actitud de volver a acercarte a las enseñanzas de Jesús te redime de todo pecado y desde luego de toda penitencia.

Me alegra por ti y por tu alma, finalizo.

Perdón Padre, con todo respeto, usted no me ha entendido, yo no me refiero a Jesucristo, a quien reitero, respeto profundamente.

Quiero decirle que he encontrado a Dios.

Hijo no te endiento.

Padre, me refiero a Diego

Diego Armando Maradona

Ese en mi D10S


DIEGO EN VILLA DEL PARQUE

Hoy, en un nuevo aniversario del nacimiento de "Diego" uno de los más grandes futbolistas que tuvo el futbol mundial, hoy su leyenda sigue creciendo con la magia que hizo dentro de las canchas  gracias a él Argentina fue ubicada en el mapa por habitantes de los lugares más recónditos de nuestro planeta.

Villa del Parque fue parte de la vida del astro. Llegó a nuestro barrio en 1976 cuando Eduardo Dosisto, un dirigente de Argentinos Juniors lo trajo junto a su familia a vivir a una casa ubicada en Argerich 2750. Por aquel entonces Diego era un chico de apenas 15 años.

En esa vivienda, tipo PH, los Maradona se instalaron en un departamento del fondo, al frente residía la familia Villafañe con una hija llamada Claudia que tenía casi la misma edad que su flamante vecino, quien muy pocos años después se convertiría en una estrella mundial.

Oficialmente Diego y Claudia se flecharon el 28 de junio de 1977 en un baile a tan solo 3 cuadras de sus casas, organizado por el Club Social y Deportivo Parque, un club barrial con la particularidad de ser un gran semillero de jugadores del cual muchos clubes grandes de Argentina se nutrieron de él.

Ese Maradona adolescente, lleno de luz, de esperanza y de futuro comenzó a perfilarse como un deportista distinto y único en lo suyo. Fue entonces cuando el club decidió comprarle una casa que puso a nombre de la familia Maradona en la calle Lascano 2257 (Villa del Parque) donde Diego habitó los siguientes años junto a sus padres y sus siete hermanos. Hoy esa casa fue transformada en la “Casa de D10S”, un museo que conserva gran parte del espíritu y de las condiciones en las que transitó Diego por ese espacio.

El tiempo pasó y Diego se convirtió en una figura de trascendencia mundial. Pero el barrio lo volvería a recibir y abrazar nuevamente en 1991, cuando Maradona volvió para formar parte del plantel del Club Parque, una etapa poco conocida, inclusive para la gran mayoría de los vecinos, pero que llega a nuestra redacción gracias a Oscar, historiador del Club Parque, quien hace un tiempo nos contaba… “Cuando a Maradona lo suspende la FIFA, como AFA depende de esa entidad madre, se encuentra que no tiene ningún club donde jugar que esté dentro de esa asociación”.
“Por aquel entonces “SOCIAL PARQUE” jugaba FUTSAL en la Liga Metropolitana, un circuito que no depende de la Asociación de Futbol Argentina y por supuesto tampoco de la Federación Internacional que los agrupa. Así Diego pudo sumarse al equipo, jugó tres partidos oficiales para “Social Parque” y SALIERON CAMPEONES!!!.

Maradona participó en el Apertura de los partidos Parque vs San Vicente, ganó "Parque" - “Parque” vs “APV” y Parque se queda esta instancia inicial. La final del Clausura fue contra Sarmiento de Olivos que gana “Parque” y sale CAMPEÓN. En ese partido jugaron para Parque los hermanos “Checho” y “Chino” Batista, Pérez, Giménez y Maradona (F1); Caruso Lombardi, Carlos Lara, Landeira, Lamas, Trapasso, Carniglia y Scorpiglioni. El director técnico era G. Cerdán.

"Maradona vino a Parque porque le daba la oportunidad de seguir compitiendo en un club que no estaba adherido a AFA y por lo tanto no lo cercenaba de hacer aquello que más amaba: jugar a la pelota."

“Parque” llegó a ganar 6 o 7 Campeonatos Metropolitanos. Años más tarde, el club decidió abandonar esta liga y fue invitado por la Asociación de Fútbol Argentino, ahí nació una nueva etapa de Futsal dentro de la AFA.

Y para cerrar este paso de Diego por la Comuna 11, no podemos dejar de mencionar que “El 10” eligió vivir en las cercanías junto a su familia, esta vez en Habana y Segurola.

martes, 24 de septiembre de 2024

COMUNA 11

VISITA GUIADA


VILLA DEVOTO NORTE

Conociendo un rinconcito muy especial

5 de Octubre, 14.30hs. Punto de encuentro: Llavallol 5170, CABA




La Asociación Vecinal Villa Devoto Norte y la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto te invitan a realizar una visita guiada por este sector del barrio y conocer su fecunda historia y geografía.

La actividad se realizará el sábado 5 de octubre, a las 14.30 hs. El punto de encuentro será en la sede, Llavallol 5170/72. El recorrido será conducido por Norbeto Malaguti, vecino del barrio y presidente de la JEHVD.

Como adelanto y una tentación a realizar este paseo podemos contarles que en el extenso barrio de Villa Devoto hay diferentes sectores. El Devoto originario podemos ubicarlo entre ambos ferrocarriles de excelentes residencias, del Devoto al Sur, próximo a la Cárcel de encausados de rasgo más industrial, o aquel que discurre por la Avenida Francisco Beiro hacia Lope de Vega con una fuerte presencia comercial. Por último el que se pierde al Norte para recalar en la Avenida General Paz, es probablemente el más marginal de todos, entre las Avenidas Mosconi, San Martín, General Paz y la calle Campana, conocida por Villa Devoto Norte, a veces mal incluida en forma errónea como Villa Pueyrredón.

Este rinconcito de Devoto está ligado por muchísimas razones históricas al Devoto originario, pero a la vez posee rasgos que lo distinguen.

Y una de las razones es las tierras fueron de propietarios diferentes.

Las tierras del Villa Devoto originario, pertenecieron a la familia de Santiago Altube, que en el momento de los loteos, fueron adquiridas para un posible gran negocio de tierras , por el Banco Inmobiliario, del cual Don Antonio Devoto era presidente (escritura de Febrero de 1889).

En cambio el sector Norte antes mencionado, era propiedad de los sucesores de Manuel Lynch, los señores Pablo Giorello y Francisco Beazley, que a través de Guillermo Kelsey, impulsa el primer remate de 696 lotes que estaban comprendidos en las nueve manzanas enteras que iban de la Avenida América (hoy Mosconi) hasta el futuro camino de Circunvalación (Avenida General Paz) entre las calles Llavallol y Campana y unas catorce medias manzanas laterales a las mismas. Dicho remate se llevó a cabo el 19 de Noviembre de 1905, y su rematador fue Fernando Oyuela, dichas tierras se lotearon bajo el nombre de Villa Kelsey. Posteriormente, un 7 de Octubre de 1907 se efectuaría un segundo remate de 150 lotes remanentes en el mismo sector, pero esta vez con la denominación de Villa Devoto Norte.

El surgimiento del pueblo de San Martín como anterior a Villa Devoto; influyó en este rinconcito, y su dependencia, desarrollo e integración al mismo se mantuvo muy fuerte en los primeros años, se fue debilitando con el crecimiento de Villa Devoto, y tuvo un corte muy importante, con la inauguración de la Avenida General Paz.

La otra razón, fueron el origen social de los primeros pobladores.

Los principales compradores de los primeros loteos en el Devoto originario pertenecían en gran parte a familias de excelente posición económica, algunos inclusive socios del exclusivo Círculo Italiano y algunos del Jockey Club, vinculados a las finanzas, obras públicas, administración de los ferrocarriles, (de allí las presencia de miembros de la colectividad inglesa en el barrio). Y como una expresión de esa realidad se vería reflejada en la existencia de importantes y espectaculares viviendas residenciales.

En cambio, el barrio Nuevo, que también se lo conocía con ese nombre, que a fines del 1800 era una zona de quintas arrendadas, de dimensiones no mayores a una hectária, donde una importante colectividad valenciana se había asentado, en ella cultivaban hortalizas, sandias, melones, unas famosas frutillas, la zona era surcada por el cauce de un brazo del arroyo Medrano que la convertía en tierras anegadizas los días de lluvia, sin ningún tipo de servicios, con rancheríos, y dos únicos puntos de referencia , la pulpería Cimaro, en el camino a San Martín y Washington ( hoy Avenida San Martín y Fernández de Enciso) y la otra pulpería La Paloma, en el mismo Camino a San Martín y el Camino de Circunvalación.

Los primeros compradores de los loteos de 1905 y 1907 fueron familias de origen obrero, que aprovechando una favorable coyuntura económica que nuestro país vivió hasta la Primera Guerra Mundial, pasaron de alquilar en conventillos , a comprarse el lotecito con el sueño de la casa propia, en planes de ochenta cuotas con un valor de dos pesos mensuales, este fenómeno se repetiría en barrios como Villa Real y Villa Luro entre otros, donde era más accesible adquirir estas tierras. La extensión de los medios de transporte contribuyó también a su desarrollo.

Las primitivas casas, de las cuales aún quedan algunas en pie, eran muy modestas, de madera de cajones de exportación de maquinarias, y chapas de zinc acanaladas; las mejores de ladrillo, eran las típicas en galería (chorizo), con una o dos salas, jardín al frente y al fondo el sanitario y el infaltable gallinero y la quintita.

Habrían de sumarse a esa misma composición social, la integración de familias de inmigrantes, en su mayoría de origen europeo, que escapaban de los riesgos de guerras permanentes, superpoblación, la miseria y en algunos casos por persecuciones raciales y /o políticas muchos de ellos analfabetos o semianalfabetos, pero que traían en sus manos el arte del trabajo, con sus oficios de herreros, albañiles, pintores, carpinteros, costureras, panaderos, zapateros, etc.

Sin embargo, a pesar de esas notorias diferencias dentro de un mismo barrio, eso no impidió una estrecha interrelación barrial, la iglesia a la concurrían los vecinos del barrio Nuevo era la misma, la iglesia del Seminario, el mismo sacerdote, el padre Agustín (Nores), concurrían a la misma escuela, la Delfín Gallo abierta en 1895, posteriormente a el colegio República de Panamá inaugurado en 1910, y recién desde 1917 a la escuela número 14 en su propia zona, ubicada en Obispo San Alberto 3370, que nunca tuvo nombre oficial, pero que los vecinos denominaron “Hogar y Patria”, pues así se llamó la Asociación Cooperadora.

La existencia de varias fabricas de ladrillos en el barrio nuevo, el aumento de la demanda de mano de obra para importantes obras de construcción, del Devoto Centro, afianzó la comunicación, disimuló las diferencias sociales, pero desde luego no las eliminó.

Fuente: Devoto Historia (JEHVD)

sábado, 14 de septiembre de 2024

EDUCATIVAS Y CULTURALES

RELATOS DE VILLA DEVOTO


AQUELLA SEMIFINAL INOLVIDABLE


Escribe: NORBERTO PEDRO MALAGUTI

Presidente de la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto. Vecino del barrio


Eduado Lettieri
Angelito vino a verme al almacén de mi viejo, estaba totalmente sacado y lo primero que me dijo: donde te metiste que hace dos días que te ando buscando?

- Para un cachito, que te pasa?
- Como nadie te dijo nada?
- De que me estás hablando?
- Del partido por la semifinal con el Ciclón de Migueletes.
- Si ya lo sé, y qué?
- Como no te enteraste, que a Pepe lo internaron con apendicitis en el Alvear.
- Uh, estamos jodidos nos quedamos sin arquero. Perdóname, y como anda Pepe’
- Por suerte la operación salió bien, pero tiene reposo para varias semanas.
- Que macana, y con la racha que veníamos de eliminar al Villa Piaggio y al Boquerón.
- Pero ellos vienen de golear al Extramuros, que vos sabes era el candidato. Encima ninguno de nosotros somos duchos en el arco.
- Y ahora qué hacemos? 
- Como que hacemos, Hay que conseguir un arquero urgente, pedazo de gilun.
- Haber, déjame pensar...
- Mira que no tenemos mucho tiempo.
- Si, Si, ya se, en mi laburo hay un pibe nuevo que dicen que es bueno, mañana le hablo.
- Vos lo vistes atajar?
- No, pero ya no hay otra.
- Bueno, esperemos que no sea un paquete, si ganamos pasamos a la firnal con el Renacimiento.

Y llego el domingo, nublada mañana, son casi la diez, hubo orden de que nadie saliera a bailar, nervios y curiosidad, todos pensando como atajara ese pibe.

Muchachos aquí vengo con mi compañero de laburo, Eduardo, que cubrirá los tres palos. Le puse énfasis, como si presentara a Pedernera, era para superar los nervios.

- Sos bueno, pregunto El Bocha
- Bueno, eso dicen.

Media hora después, ingresaba el Ciclón de Migueletes, encima agrandados, porque ya sabían que nuestro valuarte, Pepe, no cubriría la valla. Encima habían volteado a la Academia de Campaña y Franco.

Ingresamos, dando alaridos de ánimo, la idea era que no trataran de acercarse al área nuestra, que no era más que una raya marcada con lavandina y un poco de cal viva que muy pronto desaparecería en esa cancha polvorienta, allí al costado de la futura avenida General Paz, que parecía que nunca se iba a inaugurar.

Los primeros minutos fueron de tanteo, ambos nos cuidábamos bastante, muchos pases cortos, pocas gambetas y bastante patadones que el réferi parecía no ver.

Se rompió el equilibrio cuando el insider nuestro Carlos, le puso un pase milímetrico al forward Chuto, mote por los chutazos que metía, la agarro de sobre pique y saco un remate que se estrello en el ángulo del poste y el travesaño, el rebote llego casi al medio campo.

Todo parecía morir en esa forma, pero en un descuido el wing de ellos, que era muy veloz, dejo nuestro half en el camino, encaró al arco y saco un shot al ángulo.

El pibe pegó un salto, giró en el aire y desvió en forma increíble la pelota al córner.

Recobramos la respiración, y así nos fuimos en cero en el primer tiempo.

En el intervalo, nuestro Delegado Don Luis, nos increpa y en seco nos dice¨¨

- Que mierda les pasa, estamos pensando en el arco propio y no en el del contrario...
- Ahora nos mandamos al frente, que joder.

Debe haber sucedido lo mismo en el equipo contrario, que el segundo tiempo fue un ida y vuelta, llegamos varias veces, pero no se concretaban, hasta que El Chuto recibió un pase largo, la adelanto para acomodarla y saco un cañonazo infernal que el arquero ni la vio.

- GOL; GOOOOL, nos pusimos 1 a 0, festejos y a reanudar.

Se nos vinieron encima, estaban hecho una furia, nos pelotearon de todos lados, no los podíamos parar, y allí Eduardo nuestro imprevisto arquero las paraba todas, arriba, abajo, de lejos de cerca, fue el héroe de la jornada.

Faltaban tres interminables minutos, robé una pelota, me mandé hasta el medio campo, estaban desarmados, eludí al último defensor y encaré, eludó al arquero y se me colgó de la cintura.

- Penal, Penal, grito la multitud y el Inglés, como le decían al réferi, no pudo dejar de sancionarlo.

La acomodó el Chuto, para que el tiento de la pelota no le molestara, le apunto a la cabeza al guardameta, y este se agacho sino iba a parar al hospital, a acompañar a Pepe.

- GOOOOOOOOOL, y allí prácticamente se acabo el partido, algún intercambio de empujones mutuos y pensar en enfrentar al Rena.

Nuestras camisetas blancas se volvieron color tierra de los revolcones, saltos de festejos.

Todos al serenarnos, fuimos a felicitar al pibe por su desempeño, cuando de pronto se acercó un señor con pinta de importante, se identificó y agregó:

-  soy buscador de cracks y represento a River Plate. Se acerca a Eduardo y le preguntó
- Cómo te llamas?
- Eduardo, señor.
- Eduardo cuanto?
- Eduardo Antonio Lettieri (*)
- Bueno, tomá esta tarjeta, y venirte con tu padre a verme, que te queremos probar.

Ese fue uno de los últimos partidos en esas canchas, la General Motors instalaría después su inmensa fábrica.

(*) Eduardo Lettieri jugó en la primera de River Plate

lunes, 26 de agosto de 2024

VILLA DEVOTO

RELATO


UN PASEO IMAGINARIO AL FUTURO

Escribe: NORBERTO PEDRO MALAGUTI
Presidente de la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto
Vecino de Villa Devoto


Una imagen imaginaria de cómo habrá sido aquel recorrido desde el centro porteño
a esas tierras por urbanizar


Mañana muy especial de un Diciembre de 1888 con esos aromas de una primavera avanzada que solían percibirse en las madrugadas.

Era difícil imaginar la llegada de los agitados años de crisis sociales y políticas que en el 90 llevarían a la caída del presidente Juárez Celman, pero si eran muchos los que la sufrían en sus magros salarios.

Como cochero de Don Antonio Devoto se hizo cargo de que la victoria estuviera impecable, los dos caballos negros relucían lustrosos, se ve que el carrero los había cepillado aun con más esmero que nunca, ya que sabía que tendría unos pasajeros muy especiales.

Subió al carruaje y se dirigió a la residencia de Don Antonio Devoto.

Al llegar a la propiedad de la calle Reconquista, descendió y golpeó un par de veces la artística albarda, no se hicieron esperar, detrás de esa majestuosa puerta aparecieron elegantemente vestidos tres personajes muy conocidos en la sociedad porteña.

El primero en saludar fue Don Antonio, con su peculiar cordialidad que lo caracterizaba, le indico que con el arquitecto Juan Buschiazzo y el ingeniero José María Morales debían trasladarse a ver una finca mas allá del pueblo de Las Catalinas, próximo a límites de San José de Flores, le entrego un rollo de papel azul con un simple mapa con referencias de lugares, de las rutas y sendas que debía tomar.

Procedió a acomodar unos pequeños bolsos mientras los pasajeros se sentaban en el vehículo.

Observo con detenimiento el plano del recorrido para memorizarlo y luego con un pequeño sacudir de las riendas alerto a los caballos y se inicio la marcha.

Morales era el que mas conocía esa finca, dando detalles de la conveniencia de la adquisición de la misma. Afirmaba que los herederos de la propiedad habían viajado de Guscoaga región del país vasco con el único interés de deshacerse de gran parte de esa propiedad.

Les explicaba, que al ser una finca unitaria bastante extensa, que otrora había servido de pastoreo vacuno para un tambo de leche propiedad de los Altube, era ideal para encarar un emprendimiento inmobiliario de gran magnitud.

Antonio pregunto, más importante que el realizado este año en Palermo?

La respuesta fue un si categórico, su urbanización podría comprender aberturas de calles, plazas y avenidas la posibilidad de lotear más de doscientas manzanas.


Antigua Estación Antonio Devoto del actual Ferrocarril Urquiza

Antonio asintiendo con su cabeza, recalco que además tenía entendido que era una zona alta, de aires sanos, lejos de las miasmas que se habían hecho recurrentes en el centro de Buenos Aires.

Mientras conducía era inevitable escuchar sus encendidos diálogos, primaba el entusiasmo pero debía seguir atento a un recorrido totalmente nuevo para él.

Ya se encontraba transitando el camino algo sinuoso que llegaba al pueblo de San Martin y luego de cruzar las vías del ferrocarril al Pacifico, reviso nuevamente el plano y se dispuso estar al máximo atento para ver cuando debía girar a la izquierda y tomar un camino que era el límite del pueblo de San José de Flores.

Buschiazzo comento que Clark, quien le había pasado el dato de esa propiedad era un ducho en recorrer esos pagos. Morales le retruco, como para no estarlo con sus intereses en el ferrocarril al Pacifico.

Antonio que parecía en más reflexivo, agrego con picardía, además se lo recuerdan los propietarios por las deudas que tiene su empresa por el permiso de recorrer esas tierras.

Los tres rieron, pero el cochero no se animo.

Morales dio el aviso, señalando a un par de personas que les hacían señas y al llegar se detuvieron.

Efusivos saludos, mientras el cochero preparaba un balde para dar de beber a los caballos.

Ni por casualidad podía imaginarse ese paseo al futuro, sobre todo porque pocos años después estuviera viviendo en esos lejanos pagos, que llevaría el apellido de su empleador.

Villa Devoto.