ENTREVISTA
LA VOZ DE LA EXPERIENCIA
La mirada de Sara Eichenbaum sobre el estado de la salud pública porteña
Con una vida dedicada al sistema de salud pública de la Ciudad de Buenos Aires, desde el Hospital Gutiérrez hasta la coordinación del Consejo Consultivo de la Comuna 11, Sara Eichenbaum comparte su vasta experiencia y ofrece un análisis profundo sobre el presente y futuro de los servicios de salud destinado a atender a los habitantes.
La salud pública busca proteger y mejorar la salud de la población a través de la promoción de estilos de vida saludables, la prevención de enfermedades y lesiones, y la respuesta a problemas de salud a nivel comunitario.
La salud pública en la Ciudad de Buenos Aires se organiza a través de un sistema de atención que incluye 34 hospitales, centros de salud CeSAC (Centros de Salud y Acción Comunitaria) y CEMAR (centros de Especialidades Médicas de Referencia), que brindan servicios gratuitos, con el objetivo de promover, mantener y proteger la salud de todos los habitantes de la ciudad.
Sara Eichenbaum es una mujer comprometida, de convicciones firmes y mente abierta. A sus setenta y dos años muestra una energía vital innata e intacta que combina a sus conocimientos y experiencia profesional la convierte en un referente indiscutible y persona de consulta en temas de su especialidad vinculados a la salud pública y organización del sistema de la ciudad de Buenos Aires, que conoce en profundidad por haber desarrollado toda su vida profesional en el ámbito público. Desde 1973 hasta principios del 2000 se complementó en el Departamento de Bacteriología del Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez y de allí pasó a formar parte de la Coordinación de Redes de Diagnóstico y Tratamiento dependiente de la Secretaría de Salud del Gobierno de la Ciudad, cargo en el que estuvo hasta 2007. En ese entonces se conformó el Programa de pesquisa neonatal de la Ciudad para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades inaparentes, en área en la que estuvo hasta su jubilación. En la actualidad continúa haciendo sus aportes a la comunidad como miembro de la Comisión de Salud del Consejo Consultivo de la Comuna 11 y recientemente ha adoptado la coordinación del órgano participativo, función que comparte con otras dos vecinas.
Con ella pudimos conversar y atravesar un abanico de temas que compartimos con los lectores.
P: ¿Cómo ves la ciudad en materia de salud?
R: Si tengo que resumirlo en una palabra diría que está precarizada. Esto fue sucediendo paulatina pero sostenidamente a lo largo de estos últimos dieciocho años. Basta ver que en el presupuesto del año 2000 el área de salud tenía destinado -junto con educación- alrededor del 27% del total presupuestario, mientras está reducido a apenas el 5.96% y sobre esta realidad, además hay partidas subejecutadas.
P: ¿Qué significa que una partida sea subejecutada y qué consecuencias trae?
R: Te doy un ejemplo de lo que sucede en el área de diagnóstico por imágenes. Hoy en día los equipos, aun cuando se coloquen los de última generación, tienen una vida útil promedio de 5 a 10 años, luego quedan obsoletos por la velocidad de la transformación científico- tecnológica.
El CEMAR I que comparte edificio con el CeSAC 22, ubicado en la calle Fragata Sarmiento 2152 (Comuna 15), cuenta con un mamógrafo que se colocó en el año 2017. Este equipo era utilizado solamente cuatro horas por día, tres veces por semana por una técnica en mamografía que después debía enviar los estudios al Hospital Durand para que un médico radiólogo realizara los informes. Recién el año pasado y gracias a un acuerdo que se realizó con el sector de residentes de diagnóstico por imágenes se empezó a utilizar tres veces por semana con turnos de 12 horas. Y este año se llamó a concurso de cargos. Es decir, se esperaba casi 8 años para dar un mejor aprovechamiento a un equipo que ahora está prácticamente en retirada.
¿Por qué pongo este ejemplo? Porque esta forma de gestionar privada a miles de mujeres de la ciudad de tener un mejor acceso a la salud. En la ciudad, entre el sector público y privado hay 26 mamógrafos funcionando. Si el sistema estuviera adecuadamente articulado, podría garantizarle a todas las mujeres mayores de 45 años hacerse una mamografía una vez al año, como corresponde. Esto sería formidable para la prevención y el diagnóstico precoz.
Tengamos siempre presente que es el Estado el que está obligado a la prevención.
P: ¿Por qué crees que no se hace?
R: Porque no hay personal suficiente.
P: Recientemente se inauguró el Centro de Salud y Acción Comunitaria 50 en la avenida Lastra 4180, Villa Devoto. ¿Qué opinión te merece?
R: Creo que es muy positivo que finalmente se haya creado este CeSAC porque obedece a una antigua demanda de vecinos y de instituciones de la Comuna 11.
Tuve oportunidad de visitar las instalaciones junto a representantes de entidades que están agrupadas en la Red de la Comuna 11. Hicimos una recorrida con el Dr. Julio Spinoso que es el Jefe de Departamento que está a cargo del espacio.
Nos explicó que ya están funcionando cinco consultorios en los que atienden un médico clínico, un pediatra y un psicólogo. Tienen vacunatorio y farmacia.
Desde mi perspectiva sería deseable que hubiera más consultorios y muchas más especialidades. También tendrían que tener atención vespertina, no estar limitado solo a recibir pacientes por la mañana. Esto le quita a muchos la posibilidad de llegar a la consulta por cuestiones laborales y de saturación del sistema, no se consiguen turnos. Si esto se hiciera, junto con la implementación de la atención por demanda espontánea en los CeSAC, contribuiría en gran medida también a descongestionar las guardias hospitalarias.
El nuevo CeSAC hasta el momento no cuenta con un sistema informático integrado al hospital Zubizarreta, esto complica a los médicos para llevar adelante las historias clínicas digitalizadas y a la hora de las derivaciones para el paciente se transforma en un incordio.
P: La farmacia de los CeSAC entregan medicamentos gratuitamente a las personas que están empadronadas en el sistema. ¿Cómo está funcionando?
R: Me atrevería a decir que es donde se siente con más intensidad la crisis del sistema.
P: ¿Por qué?
R: Para comprenderlo hay que mirar un marco más general. Históricamente la ciudad de Buenos Aires tiene un plan Remediar propio que cuenta con una lista de 175 medicamentos. El Ministerio de Salud los adquiere a través de compras centralizadas.
A la vez, nuestra ciudad cuenta desde el año 2005 con la ley 1768 que creó el Polo Farmacéutico de la Ciudad, ubicado en avenida Cruz y Escalada, Villa Lugano. En ese lugar, hay una parcela de 2.500 m2 reservada para construir el Laboratorio de Producción Pública de Medicamentos.
En la actualidad, en el Polo Farmacéutico están instalados cuatro laboratorios privados, pero nunca se concretó el laboratorio estatal.
Contar con laboratorio propio tendría un valor estratégico. Le daría al Estado de la ciudad la posibilidad de intercambiar medicamentos e insumos médicos con laboratorios provinciales, con organismos del mismo tenor de las Fuerzas Armadas y de la CONEA que produce radiofármacos. Si a ello le sumamos que la ciudad tiene una alta capacidad de compra de insumos médicos, podemos concluir que el sistema público de salud podría obrar como una especie de regulador del mercado de medicamentos, evitando que los precios se disparen.
P: ¿En qué se traduce la crisis?
R: Hay personas que están perdiendo los sistemas prepagos porque no pueden afrontarlos, otros se caen de las obras sociales porque se transforman en trabajadores precarizados o porque directamente están desempleado y están las malas coberturas médicas que no responden debidamente a sus afiliados Por último, PAMI disminuyó significativamente la cantidad de medicamentos que entregaba gratis. De todo este universo de personas, un gran porcentaje que tiene radicación en la ciudad pasó a empadronarse en los centros de salud porteños para poder recibir al menos algunos medicamentos en forma gratuita.
De este modo, solo en el CeSAC 34 (Comuna 11), entre 2023 y 2024, hubo un 300% de aumento de empadronados.
De un tiempo a esta parte está ocurriendo que cuando los pacientes concurren a las farmacias del centro de salud a retirar sus remedios, solo le dan algunos de los que les corresponden para sus patologías, otros no los tienen en existencia. Esto se traduce en que el paciente termina comprando el medicamento y abonándolo de su bolsillo. Al mes siguiente, vuelve a repetirse el mismo escenario.
Esta mecánica tiene consecuencias. Por un lado, para el gobierno, los medicamentos que no se entregan, terminan significando un ahorro y posiblemente le sobre un porcentaje de la partida previsto para este año. Y bajo el argumento de que la partida no se terminó de ejecutar, probablemente en el próximo presupuesto se asignarán menores recursos a esa área. Así el sistema se va achicando y se van dando menos prestaciones. Y eso se refleja en los porcentajes cada vez más pequeños que se destinan al área de salud en el presupuesto de la ciudad.
La contracara de esto es lo que sucede en el territorio. Los pacientes que necesitan medicamentos que son indispensables para atender enfermedades crónicas y no cuentan con recursos para comprárselos de manera privada, terminan violentandose con el farmacéutico del centro de salud, que solo es un empleado. Pero en el estado de nerviosismo en el que caen algunas personas al ver vedado el acceso al medicamento que necesitan para vivir, no logran comprender que la culpa no es del empleado que lo atiende sino de un Estado que no genera las acciones necesarias para brindarle el servicio que merece.
En CeSAC 34, el jefe de farmacia terminó pidiendo una licencia psiquiátrica porque no soportó la presión.
Como este hay otros ejemplos similares. En el CeSAC 22 cada profesional de salud atiende a 5.000 pacientes cuando debería tan solo atender a 1.000.
Si el Estado tendría una mejor estrategia posiblemente optimizaría los recursos y tendría una excelente prestación. A todo esto, nos referimos cuando hablamos de precarización.
P: ¿Considerás que los Centros de Salud y Acción Comunitaria son útiles y positivos dentro del sistema de salud pública de la ciudad?
R: Absolutamente, aunque se repite la falta de personal y la necesidad de atender más especialidades.
En nuestra comuna deberíamos tener el doble de los centros de salud que actualmente existen para cubrir mínimamente la demanda que está creciendo.
Deberíamos aspirar a tener un centro de salud cada diez manzanas a la redonda, que es lo que normalmente una persona está dispuesta a caminar.
Sería muy importante contar con promotores de salud que hicieran tareas territoriales preventivas a la par que los habitantes dispusieran de un acceso integral a la salud, que contemple el acompañamiento a lo largo de todo el ciclo vital de la vida y tienda a que las personas gocen de la mayor autonomía posible.
Otra especialidad que hay que fortalecer es el área de salud mental que también se achicó, pero merecería una nota aparte.
Súper interesante la visión de Sara, su conocimiento y lo oportuna que resulta esta entrevista en estos tiempos! Gracias por tu compromiso Sari
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