ADICCIONES
LUDOPATÍA
Escribe: Lic. NOEMÍ DI DONATO - Psicóloga
Está presente en la esencia del ser humano la obtención de poder,
éxito y riqueza.
Algunos sujetos, acordes con su historia
personal y su constitución psíquica, van a desarrollar síntomas adictivos de
amplio espectro. Estos síntomas
responden a la tendencia de segregar de su Yo todo aquello que le pueda devenir
fuente de displacer desplazándolo hacia afuera de manera de conformar un verdadero
Yo placer. En ese punto van a aparecer todos aquellos estímulos que refuercen
esta creencia.
La ludopatía es una adicción donde la
concreción de lo anterior, vía pulsional, está centrada en la actividad del
juego de manera intensa, repetitiva pues no hay posibilidad alguna en estas
personas de resignar límite alguno a la proporción de placer.
En la actualidad existen numerosos espacios
que alojan a estos sujetos que padecen de este flagelo, esto formaría parte de
una prevención secundaria y sujeta a que a través de la demanda individual, que
es la menor, y/o familiar se lleve a cabo. Se necesita trabajar desde políticas públicas serias de
prevención primaria para que estas personas que posean conductas determinadas
por impulsos incontrolables puedan concientizar el peligro que las mismas encierran.
Hoy la mirada gubernamental esta
puesta en la recaudación espúrea y desde un discurso mentiroso plantea una
legislación en relación al juego como límite a los que concurren a los casinos,
cuando desde quienes conocemos el núcleo de las conductas adictivas sabemos que
la proliferación de espacios donde esto se permita posibilita que la persona,
desde su psiquismo, establezca una combinación perfecta entre su pensamiento
mágico que le dice que va a ganar a la máquina y eso lo lleve a apostar cada
vez más y esa “ley” que lo habilita para su asistencia a esos lugares, que cada
vez son más, en cualquier horario. La propuesta debe centrarse en que estos
establecimientos, no deberían construirse en cualquier lugar, hoy se sabe que
existe un mapa que denota la multiplicidad de negocios de juego en zonas
paupérrimas que de alguna manera se muestran como torres de babel que aquellos
que sostengan estas condiciones
adictivas al juego las verán como una salvación posible a su situación
económica. Un posible trabajo en conjunto como actitud preventiva es la
incorporación de profesionales dedicados a conformar proyectos serios que
conlleven a la realización de una actividad terapeútica in situ por ejemplo en
interacción con diferentes organismos, ONG, la iglesia, la escuela y otros dedicados a preservar la salud
mental del país.
Tenemos que abordar estas cuestiones con la
responsabilidad que estas conductas adictivas requieren y para ello es obligación sine qua non de aquellos
que tienen a su cargo o pretenden funciones públicas de educar a la población y
para ello hay que trabajar conjuntamente con quienes tienen la idoneidad que
corresponde a cada caso. Hasta ahora en estos últimos años se ha realizado “un
como si” en salud mental y educación.
Se podría convocar a presentar proyectos preventivos acerca de las
adicciones para ser discutidos, llevarlos al parlamento y de pronta puesta en
marcha. Este tipo de patología requiere concientización inmediata. En este
punto hago mención a lo que nos dice el Dr. Abdala, psiquiatra autor del libro
“Miedo a los miedos”, “la importancia de la personalidad en el desarrollo de
las conductas adictivas”. Por otro lado así como es de mi autoría la propuesta
también sostengo que todos los proyectos preventivos de salud y de bienestar
para el ser humano deben estar bajo la égide de la educación. Los proyectos necesitan el pivote sine
qua non de la EDUCACION, de lo contrario están destinados a fracasar.
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Mail. ndidonato2002@gmail.com
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