Un problema tan comentado por los vecinos y que tan sólo en 2012 implicó más de 13.000 reclamos a la comuna, es el de la basura, que adquiere aún más relevancia cuando por sucesivos paros gremiales queda acumulada a cielo abierto en desbordados contenedores o directamente desparramada en la calle.
Los contenedores que eufemísticamente recibirían higiénicamente los residuos en sí mismos constituyen más un problema que una solución. A diario son paseados en las distintas cuadras, nunca permanecen en el mismo lugar, los corren los automovilistas para poder estacionar sus vehículos, los desplazan los vecinos que no los quieren tener en la puerta de su domicilio u otros por el contrario los llevan hacia sus puertas porque les resulta cómodo tener el receptáculo frente a la casa y/o local. En este diario peregrinar incluso los más desaprensivos los dejan en sitios tan inseguros como las esquinas en las que tapan la necesaria visibilidad de los automovilistas y obstruyen las bajadas peatonales.
La ubicación y presencia de los contenedores que ya son parte del paisaje y de una metodología de disposición de los residuos urbanos no puede ser aleatoria y quedar supeditada al arbitrio individual porque ese desorden rompe con las mismas normas de convivencia e higiene.
Cuando el vecino no encuentra el contenedor comienza a abandonar sus residuos en la vía pública, generalmente en las esquinas, que sumado al diario recorrido de los cartoneros terminan las bolsas y parte de los desperdicios arrojados en las veredas.
Así las pestilencias se esparcen en la vía pública contaminando el ambiente.
Pero por si esto fuera poco, cuando los contenedores logran permanecer en su cuadra, suelen ser maltratados y destruidos por los mismos recolectores que los lanzan desde la altura al que el camión eleva el receptáculo para arrojar la basura dentro del móvil.
Parecería que el problema de la basura no tiene solución pero evidentemente ejemplos en otras latitudes indican que se requiere organización, inversión y creatividad.
Otro problema para los vecinos es la cantidad imponderable de material obsoleto o en desuso de artefactos de distintas variedades –electrodomésticos y/o electrónicos- que se almacenan en los hogares y que a veces se tiran en esquinas con los riesgos que ellos implica.
Hablamos mucho de cuidar el medio ambiente… pero “la única verdad es la realidad”
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