viernes, 31 de octubre de 2025

COMUNA 11

VILLA SANTA RITA


DE PARADIGMA DE LA SALUD COMUNITARIA A DESARROLLO INMOBILIARIO

El edificio del ex hospital Israelita tiene nuevo dueño y parece definido su destino.



Aquella parte de la comunidad que mantenía la ilusión de volver a ver funcionar un centro de salud en el edificio del ex hospital Israelita, hoy terminó de convencerse de que eso nunca ocurrirá.

En el día de ayer el conglomerado IRSA conducido por la familia Elsztain emitió un comunicado por el cual dio a conocer la adquisición de la propiedad que ocupa tres cuartas partes de la manzana delimitada por las avenidas Nazca y Gaona junto a las calles Terrada y Luis Viale . El monto de la operación ascendió a seis millones ochocientos mil dólares.

En la misiva la compañía anunció que se propone poner en valor el emblemático inmueble -que goza de protección patrimonial por parte de la ciudad de Buenos Aires- y posiblemente lo destine a desarrollo de viviendas residenciales y/o centro comercial.

El edificio del ex hospital Israelita está asentado en un predio de 8.856 metros cuadrados, con una superficie construida de 17.000 metros cuadrados que incluye el casco histórico y una construcción de siete pisos más modernos que linda sobre Terrada y Luis Viale.

Este no es el primer edificio emblemático que ha pasado a manos de IRSA. Hace unos años este conglomerado empresario ya se quedó con el ex Mercado del Plata , ubicado en la avenida 9 de Julio y Sarmiento , donde supieron funcionar áreas administrativas del Gobierno de la Ciudad y que hasta ahora la empresa adquirente sigue manteniéndose desocupado y abandonado. Además del negocio inmobiliario Eduardo Sergio Elsztain , líder de la compañía, incursiona en negocios financieros, tecnológicos y agroindustriales. IRSA es dueña del Banco Hipotecario (obtenido en la década del `90), de Cresud y BrasilAgro . También preside Austral Gold , Fundación IRSA , y es cofundador de Endeavor Argentina .


HOSPITAL ISRAELITA: SÍMBOLO DE MUTUALISMO, PILAR FUNDAMENTAL DE LA SALUD COMUNITARIA

Si algo ha sido el hospital Israelita es símbolo de una época y de un pueblo que supo ponderar el bienestar comunitario y la protección de sus individuos. Su venir también es la muestra de una sociedad que fue mutando hacia otros intereses. 


El Hospital Israelita lo fundó el rabino Henry Joseph en 1916 bajo la figura de Asociación Israelita de Beneficencia y Socorros Mutuos Ezrah (que en hebreo significa "ayuda" ) con el ánimo de que los miles de inmigrantes judíos que por aquel entonces llegaban al país desde distintas latitudes, pero principalmente de una Rusia convulsionada en las postrimerías del régimen zarista, encontraran un espacio de atención a su salud. Es por ello que desde su origen tuvo como meta dar asistencia tanto a personas con recursos como a aquellas que no podían afrontar los costos de sus tratamientos médicos.

La construcción original muestra una rica arquitectura de principios del siglo XX. Fue diseñado por el arquitecto francés Jacques Braguinsky , el mismo que hizo el ex Ministerio de Agricultura, ganadería y pesca . Originalmente en su frente lucía líneas de azulejos color azul que rompían con la monotonía del gris del cemento y sus ventanas tenían hermosas mayólicas. En la puerta principal se encontró reproducida la estrella de David , que también se encontró en todos los motivos decorativos. En su interior, el hall estaba revestido de mármol italiano y las habitaciones las dividían paneles donde se encontraban esculpidos los nombres de los obreros que contribuyeron a levantar el edificio.


Con el correr de los años, la entidad fue acumulando un prestigio indiscutido muy bien ganado, con un staff de médicos que supieron estar a la vanguardia de los adelantos médicos de su época, con la capacidad y ánimo de dar respuesta a los miles de pacientes que confiaban en sus conocimientos. Debido a ello, fue visitado por científicos del tenor de Albert Einstein , Jonas Salk y Albert Sabin , entre otros.

Tanto es así, que los más memoriosos aún recuerdan que llegó a tener una planta de 1300 empleados que en sus épocas de mayor auge veían colmados los pasillos con pacientes que esperaban su turno para ser atendidos.

Los vaivenes económicos del país lo fueron golpeando y la administración del hospital terminó de colapsar con la crisis financiera del 2001 y el pedido de quiebra. Desde allí prácticamente todo el edificio quedó inhabilitado y abandonado, "enfermo" de una soledad y silencio de los que nunca se repuso. Solo una pequeña parte del nosocomio continuó usándose a partir de la constitución de una cooperativa de trabajadores que le dio continuidad.

Luego de un largo juicio, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires aprobó la desafectación del inmueble para su posterior venta, que acaba de concretarse en el día de ayer.

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