miércoles, 13 de septiembre de 2023

VILLA SANTA RITA

ANIVERSARIO


DE UN ORIGEN HUMILDE A LA PUJANTE BARRIADA DE HOY



El 5 de septiembre, el barrio de Villa Santa Rita cumplió 134 años y para festejarlo se organizaron varios eventos. Uno de ellos estuvo en manos de la ONG AGENDA URBANA que junto a entidades, colectivos barriales, vecinos y vecinas voluntariosos armaron por cuarto año consecutivo el FESTIVAL SANTARRITENSE, en las puertas de la Iglesia que le diera nombre al barrio (Camarones y Llavallol).

El encuentro congregó a artistas, centros culturales, organizaciones barriales, vecinas y vecinos que se plegaron a un encuentro que resaltó la identidad barrial y los lazos comunitarios.

La fiesta comenzó a las tres de la tarde y durante la jornada fueron pasando shows en vivo de tango, folclore, flamenco, zumba y percusión, a cargo de artistas de la estatura del Cuarteto rioplatense, coreografías integradas por alumnos y profesores del Estudio de Danza Menades, el Trío de tango La Farra, las fantásticas composiciones del conjunto de percusión de Fabián Tejada y Kamaruko, la folklorista Dani Negro con temas propios y una muestra de zumba de la Escuela Crazy Dance Byroo.

Un muy lindo momento se vivió con el recital de poemas, no faltaron las anécdotas y recuerdos de tiempos pasados que se reconstruyeron en una Muestra fotográfica que recopiló material gracias a los aportes y donaciones realizadas por los propios vecinos y entidades del barrio.

Para los más chicos hubo muchas propuestas que conjugaron actividades lúdicas y artísticas.

Durante el evento, se difundieron las luchas que colectivos barriales están llevando adelante en torno a concretar la primera plaza para Villa Santa Rita, reclamos para que se modifique el actual Código Urbanístico y limite las construcciones en altura. Los vecinos agrupados en el la agrupación del Barrio Nazca contaron los proyectos culturales que están pensando para llevar adelante conjuntamente con la Biblioteca Rafael Obligado, recientemente reabierta.

Por supuesto, como en toda fiesta no podía faltar el buffet que estuvo cargo del grupo de Acción Católica de la Parroquia Santa Rita, ofreció ricas minutas dulces y saladas y todo lo recaudado será destinado a los proyectos solidarios que desarrolla la entidad.

Hubo un stand de ANSES a disposición de vecinas y vecinos que brindó información y respondió consultas de quienes deben hacer trámites en el organismo.

Los responsables de la conducción y animación fueron Juan Manuel Galán y Santiago Bosisio quienes con su profesionalismo le dieron ritmo y brillo a cada momento de este encuentro.

La Comuna 11 organizó otro acto que se llevó adelante el martes 12 de septiembre en la Plazoleta de Álvarez Jonte y Elpidio González. La cita fue a partir de las 16 hs y a lo largo de la tarde hubo actividades especialmente orientadas para los más chicos, con show de magia, juegos y sorteos.


BREVE RESEÑA HISTÓRICA


De ser una chacra a convertirse en un barrio

Construcción del Santuario (1928)
El nombre de esta zona se vincula a la advocación de la Virgen de Santa Rita de Casia y la chacra que perteneciera a la familia Garmendia.

Si nos retrotraemos a los orígenes, estas tierras después de la conquista fueron otorgadas a Mateo Leal de Ayala y en 1834 fueron heredadas por María Josefa Ramos, quien posteriormente se casó con José Garmendia Alsina, dando nombre a la conocida propiedad.

El casco principal estaba ubicado en la esquina Noreste de las avenidas Nazca y Gaona (donde años más tardes se levantaría el Hospital Israelita) y los Garmendia solían usarla como casa de descanso y veraneo. Su residencia habitual siempre estuvo en el centro de la ciudad.

María Josefa Ramos y su esposo tuvieron una hija que falleció cuando apenas tenía 22 años, de manera que al momento de la desaparición física de María Josefa, última superviviente de la familia, no quedaban herederos forzosos.

Allí se desató una batalla legal por la sucesión que duró más de 25 años en los tribunales entre quienes fueron los cuñados de María Josefa, Alejandro e Ignacio Garmendia y unos parientes lejanos por parte de ella.

La historia cuenta que los hermanos Garmendia falsificaron un testamento y mediante la presentación de este documento apócrifo en la justicia, ganaron una primera batalla leal porque el juez inicialmente lo tomó como válido. En esos años, las tierras¡ fueron vendidas a Enrique Tully Grigg y éste a su vez se deshizo de ellas en 1889, adquiriéndolas Juan José Soneyra.

Finalmente, el juicio fue ganado por los verdaderos herederos que siguieron reclamando durante más de dos décadas, pero para ese entonces ya casi no quedaban bienes que fueron siendo liquidados por los hermanos Garmendia.

En la última década del siglo XIX unas 85 manzanas fueron adquiridas por la constructora San José de Flores, quienes comenzaron con los primeros loteos.

Fue precisamente esta constructora la que denominó a estas tierras “Villa Santa Rita” y así comenzó a aparecer en las primeras escrituras esta denominación. Los historiadores presumen que probablemente la presencia de un oratorio dedicado a la santa italiana que estaba dentro de la propiedad dio el nombre al barrio. Incluso dicen que la imagen que hoy está en el camarín del Santuario homónimo (Camarones 3443) es la misma que estaba en aquel oratorio original.

Las primeras instituciones:

En aquellos años donde los barrios crecían a fuerza del entusiasmo y esfuerzo colectivo de sus propios pobladores, era normal que la primera entidad nacida fuera la Sociedad de Fomento 25 de Mayo (Gral César Díaz 3550) fundada en 1910.

Muy pocos años después, se fundó la primera escuela pública, que actualmente es la Nº8 D.E.12 “Quintino Bocayuva” (General César Díaz 3050), inaugurada en 1914 y la infraestructura edilicia eran apenas tres casillitas de madera.

En lo que fuera parte del casco histórico de la chacra de los Garmendia, se colocó en 1916 la piedra fundamental del Hospital Israelita y en 1927 se creó la Asociación Vecinal de Fomento y Cultural Santa Rita, que tuvo sede durante un tiempo en la calle Terrada 1972.

La Corporación Mitre, ubicada en Alvarez Jonte 3176, para esa época ya existía y llegó a contar en los anaqueles de su biblioteca con más de 14.000 volúmenes.

Vaivenes de su existencia

Si bien esta zona inicialmente nació con nombre propio y desde sus orígenes fue constituyendo su propia idiosincracia, dejó de existir oficialmente en 1908 desapareciendo de la documentación pública y quedando absorbida por Villa General Mitre.

Es así que durante un lapso de 60 años las tierras de Santa Rita estuvieron incluidas dentro de otro barrio, aunque su primitivo nombre se mantenía en la memoria colectiva merced a la parroquia dedicada a esta santa, que fue construida en 1928.


La separación de Villa Gral. Mitre y la restitución de su antigua denominación fueron obra de la Ordenanza 23.698 del 11/06/1968, que fijó nuevos límites de los barrios de la capital.


Hoy el barrio de Villa Santa Rita ocupa parte de la antigua chacra de Garmendia, limitada por las calles Gaona, Condarco, Jonte y Concordia, avanzando luego dos cuadras hacia el noroeste hasta Joaquín V. González.

De orígenes humildes a formar una pujante barriada

Vista del Pasaje Dantas (1931)
Publicada en la página de FB
"Antiguas Fotos de Bs. As"
Cuando caminamos en el día de hoy por las callecitas arboladas de Villa Santa Rita no imaginamos que en sus primeros años parte de estas tierras cercanas al arroyo Maldonado eran fácilmente anegables y se convertían en infranqueables cada vez que crecía el curso de agua.

Fue precisamente esta característica la que la convertía en un área de poco valor y por lo tanto relativamente accesible para sus primeros pobladores, la mayoría obreros y empleados que depositaron cada pesito que ganaban en pagar las cuotas mensuales y cumplir el sueño de tener su lugar para vivir.

Pero aún con la posesión de la tierra, levantar la casa no fue tarea fácil. Por eso, al principio, muchas de las primeras casitas del barrio fueron de adobe e incluso se levantaron pequeños cuartos construidos con chapas que no eran más que restos de material de tachos de petróleo.

Como dijimos, en estos primeros años y hasta bien entrado el siglo XX, el arroyo Maldonado fue un verdadero problema y un lastre para la zona. Las inundaciones eran habituales. Algunos vecinos comentaban: "Al producirse inundaciones se escuchaban pitadas de los agentes de policía, y en seguida aparecían los bomberos, provistos de botes. Eran frecuentes que los vecinos se subieran a los techos de las casas, porque en oportunidades el agua subía dos metros sobre el nivel del suelo". En diversos puntos de su curso unos puentes o pasarelas metálicas ayudaban a pasarlo.

Las obras para el entubamiento comenzaron en 1929 durante el gobierno del Presidente Yrigoyen y en 1933 llegó hasta la calle Bolivia. En 1937, en una segunda etapa, se retomaron los trabajos y para 1939 casi todo el curso de agua en el tramo de la capital estaba entubado.

Pero tal obra de ingeniería en poco tiempo resultó insuficiente. El crecimiento poblacional y el escurrimiento de aguas pluviales a través de los emisarios secundarios que se fueron haciendo a medida que ganaba el asfalto, hicieron que el entubamiento resultara “chico” y ante lluvias que superaran los 40 mm, comenzaban a anegarse las zonas cercanas.

En 2001 el entonces jefe de Gobierno Anibal Ibarra contrae un crédito con el Banco Mundial que financió la construcción de túneles aliviadores, obra que concluyó en el 2012 durante la gestión de Mauricio Macri.

Ese inicio con casitas precarias, poco a poco dando paso a edificaciones de material más sólidas y dentro de la modestia, ofrecían una perspectiva de pujante crecimiento hasta llegar a ser en la actualidad una próspera barriada que aún mantiene áreas con casitas unifamiliares de una sola planta, calles densamente de árboles, simpáticos pasajes que formaron parte de un proyectos urbanísticos que dio lugar al “barrio Nazca” y una bucólica tranquilidad en la que viven sus 35.000 habitantes, aunque hay que reconocer que el ritmo va cambiando aceleradamente al compás del impacto del sostenido crecimiento edilicio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario