lunes, 2 de enero de 2023

LA OPINIÓN DE ESPECIALISTAS

SOCIEDAD

SALUDO PARA LOS DOLIENTES

Tu mejoría no empieza hoy, empieza cuando puedas dejar de llorar.


Escribe: ADRIANA DEZA  -  Psicóloga (MN: 55.836)




Según la teoría ocupada en la investigación de las personas con dificultades psíquicas o problemas existenciales no resueltos, se enuncia al consultor de diferentes maneras. Todos los nombres y sus variadas acepciones se encuentran equidistantes a una distancia exacta del dolor. En esta oportunidad, elijo llamarlos dolientes.

Los dolientes son por lo general sujetos/as con un pasado complejo ¿por qué no? triste. En el presente está muy de moda ignorar a la tristeza, exaltar la capacidad resiliente, fortaleza, la no victimización, creo que a un extremo perturbadoramente insensato. Porque la realidad de algunos seres es cruel y por lo tanto, el tiempo de recuperación, largo. Largo y difícil. Con esto no desestimo para nada, las ayudas de los libros de autoayuda, los videos y todo el material actual y pasado, para generar resistencia en los seres parlantes (nosotros) y hacernos sentir mejor. Pasa que muy pocos se detienen en el duelo, en la melancolía, en el dolor, en la angustia. Y muchas veces, los padecientes, pacientes, consultantes o dolientes, como elegí llamarlos aquí, se sienten peor. Es algo así como contar dinero delante de los pobres, o comer muy rico delante de un niño desamparado, con la ñata contra el vidrio como dice el tango, cirujano eximio de la vulnerabilidad en carne viva.

Siempre sostuve que perdonar a los injustos, es ser cómplice del delito, potencial o consumado. Lo sigo pensando. Ciertos principios no cambian. El cambio lo operan las personas. En un mundo mejor, la gente se aferraría más a los principios y nos los dejaría fácilmente. No hablo de instalarse en la melancolía para no salir más, hablo de la comprensión humanitaria de la angustia del doliente.

Doliente que padece un vacío existencial desde niño. Doliente que quisiera erguirse y aprender a sortear obstáculos, doliente que aún sabiendo que su hogar lo intoxica tiene motivos para quedarse. Doliente que no sabe cómo comportarse y percibe con claridad, que su indecisión genera rechazo. Doliente, observador de las máximas triviales al estilo de “mirar la copa llena y no la vacía” y tiene el alma apretada por múltiple amarguras sin superar.

A ese hombre o mujer, le dedico esta nota. Los quiero saludar desde el anonimato, les quiero decir, que los felicito por su lucha para seguir respirando, ya que, en cada respiración hay un poco de esperanza. Esperanza de un futuro que todavía no tiene forma, no tiene imagen y por momentos pareciera, no estar. Sin embargo, aunque hoy, no me creas, un día cualquiera te despertarás y empezarás a sentir un pequeño alivio. Cual animal herido y perdido en la calle, asomarás tu rostro y una sonrisa podrá resultar un estímulo para avanzar unos pasos.

Sabemos que a la amargura le sigue un descenso del aparato inmune, por eso, a los dolientes les comento, que caminen, vayan a un parque, miren flores, pájaros. La naturaleza genera milagros. La naturaleza alivia. La naturaleza nos ayuda a pensar y a sentir. Podemos colocar una rosa en la tumba de un ser amado, enterrar papeles escritos con nuestros peores recuerdos y hacer volar globos con nuestros deseos más íntimos.

Comenzamos un nuevo año y lo común es recibir saludos de buenos augurios. Como sostengo en esta nota, puede que hoy, no te resulte satisfactorio nada de ello. Entonces, te saludo de todos modos y te digo con mis mejores intenciones: date tiempo de llanto, soledad y reflexión. Porque lo último que necesitamos en este momento, es agregar alguna nana, por tener las defensas bajas.

Hoy no hay sugerencias, ni métodos.
Hoy. Te acompaño con mi mejor energía y deseos conscientes, de que tus penares terminen pronto.

Recuerda: tu mejoría no empieza hoy, empieza cuando puedas dejar de llorar.

La Lic. Adriana Silvia Deza es Psicóloga, Magíster en Neuropsicología clínica. Ex profesora de Filosofía secundaria y universitaria. Especialista en investigación educativa. Ex perito psicológica laboral.

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