miércoles, 14 de diciembre de 2022

VILLA DEL PARQUE

HUELLAS DE NUESTRA CULTURA

LA CASA DEL "VARÓN DEL TANGO" 

¿Cuál será su destino?




Esto se preguntan los residentes cercanos, entre ellos Guillermina, una vecina que se enteró de esta novedad cuando pasó por el frente de la casa (Helguera 2240) y vio el cartel de venta colgado.  Y nos comunicó la noticia apesadumbrada...“poco a poco vamos perdiendo nuestro patrimonio.”

La venta de propiedades que guardan valor cultural por quienes han vivido en ellas o porque han acontecido hechos trascendentes para nuestra cultura, no resulta un caso aislado en Villa del Parque y una vez el tema es motivo de preocupación por parte de vecinos que anhelan conservar el patrimonio para que las generaciones futuras encuentren en ellas las raíces de su historia.

El 8 de septiembre de 2021 publicamos un artículo parecido. En esa oportunidad informamos que la residencia que habitó Mariano Mores y donde compuso el famoso tango “Cuartito Azul” dedicado a quien por entonces fuera su novia y más tarde su esposa, también estaba siendo ofrecida en el mercado inmobiliario.

Tanto la casa de Julio Sosa como en la que vivió Mariano Mores durante algunos años de su juventud merecieron el reconocimiento de la ciudad en actos conmemorativos que incluyeron la colocación de baldosas recordatorias y placas que aún hoy permanecen en los frentes de las viviendas. Llama la atención que estas acciones no hayan hizo acompañadas de un amparo patrimonial.

JULIO SOSA

Julio María Sosas Venturini, tal su nombre completo, nació el 2 de febrero de 1926 en la localidad de Canelones, Uruguay.

Desde chico debió asumir responsabilidades que ningún niño debería tener. Trabajó como repartidor de una farmacia, vendedor ambulante de bizcochos, podador municipal de árboles y lavador de vagones del ferrocarril.

Durante su adolescencia y como admirador de Carlos Gardel comenzó a animarse a cantar. Hizo su primera aparición en público en un concurso organizado por el recreo “Luces de Canelón Chico”, donde resultó ganador.

Fue entonces cuando Sosa descubrió que esta era su verdadera vocación y decidió dedicar su vida a ella. Gracias a su talento, consiguió un lugar en la orquesta de Carlos Gilardoni y puso la voz en todos los eventos que los contrataron. Pero la plata que obtenía en esas actuaciones no le alcanzaba para mantenerse y en paralelo trabajaba de guarda.

Su tesón y calidad artística le fueron abriendo las puertas de orquestas más reconocidas, como la de Hugo Di Carlo y más tarde la de Luis Caruso (Carusito). En 1948, graba cinco tangos para el sello uruguayo “Sondor”.



El 15 de junio de 1949 decide cruzar el charco y probar suerte en tierra porteña. Sus primeros trabajos los consiguió en bares y cafés. En esos ámbitos lo descubrió un autor de tangos que lo contactó con grandes orquestas de aquella época. Ese fue su trampolín al éxito. Luego de cantar para la orquesta de Francini-Pontier firmó contrato con Francisco Rotundo y en 1955 vuelve a cantar para Pontier quien había conformado su propia orquesta después de separarse de Francini. Fueron cinco años de una prolífica carrera con más de 34 temas grabados.
Tocó la cúspide cuando se lanzó como solista, con la orquesta de Leopoldo Federico a su disposición. En esa etapa explota el fenómeno Julio Sosa y en tan solo cuatro años, registra 64 temas (“Tarde”, “Mana a mano”, “Rencor”) y se gana el apodo de “el varón del tango”.

Es precisamente en esta época de mayor éxito cuando publicó su libro de poesías “Dos horas antes del alba” y editó un disco de homenaje a Gardel.

Julio Sosa trascendió las fronteras de Argentina siendo conocido en toda Latinoamérica, con ofertas de trabajo en Estados Unidos y Europa.

De su vida privada podemos decir que tuvo 3 matrimonios. Con su segunda esposa tuvieron a su única hija. La unión con su tercera esposa, Susana Merighi, lo trajo a vivir a la casa de la calle Helguera 2440, en Villa del Parque.

Un 26 de noviembre de 1964 volviendo de una cena con amigos y camino a Villa del Parque, chocó con su DKW Fissore rojo cuando conducía a alta velocidad por Avenida Figueroa Alcorta. El siniestro se produjo en la intersección de la calle Mariscal Castilla.

Horas después falleció en el hospital. Tenía tan solo 38 años.

Fue sepultado en el cementerio de Chacarita. En 1987 sus restos fueron repatriados a Canelones, Uruguay, tierra que lo vio nacer.

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