viernes, 5 de marzo de 2021

LA OPINIÓN DE ESPECIALISTAS

SALUD & BIENESTAR


“MENS SANA IN CORPORE SANO”


Escribe: Dr. HERNÁN SANGUINETTI  MN 82581. Médico Pedíatra
Gentileza: Centro de Diagnóstico Parque


Todos sabemos que se recomienda realizar actividad física para estar más saludable; pero… ¿Siempre es saludable? ¿Y en la infancia también? ¿Debe un niño practicar algún deporte? ¿Cuál?.

Sí es recomendable realizar actividad física, pero es muy importante realizar los chequeos pertinentes (y acá aclaro: los que recomiende el médico; no los que cada uno quiera ni los que determine una institución deportiva o escolar) y practicando dicha actividad acorde al estado físico y/o de entrenamiento de cada persona. Vale aclarar que se aconseja iniciar con actividad sencilla acorde a un cuerpo no adaptado, e ir incrementando la intensidad a la par de esa adaptabilidad física de nuestro organismo.
1. Consultar al médico.
2. Realizar los chequeos.
3. Actividad física de intensidad progresiva.

En la infancia, estos conceptos son similares.

Con algunas aclaraciones:
➤ Se debe estimular al niño para que haga actividad física… ¡Pero nunca obligarlo!
➤ Esa actividad debe ser recreativa, y por ende divertida para él. Vale aclarar que recreativo no es opuesto a competitivo. Sí lo es la obligatoriedad que le ponemos, o el estrés que le generamos con críticas, presiones, etc.
➤ Hay que diferenciar actividad física de actividad deportiva y de deporte. Podríamos considerarlas tres etapas progresivas de complejidad. Y lo único realmente importante es que el niño realice actividad física; que se mueva. Y si esa actividad se acompaña de estímulo mental como creatividad, imaginación y fantasía, mejor. La actividad deportiva es iniciar el contacto con los ejercicios, movimientos y motricidad relacionados con cada deporte antes de practicarlo.
➤ A cada edad corresponde una etapa ¡y también a cada deporte!
Dependiendo de las características de cada uno: si es individual o colectivo, si requiere cierta habilidad, si implica utilización de fuerza.
Todo es progresivo. Como el crecimiento de sus hijos. Físico y mental. Nadie pretende que un niño de 12 años decida si será arquitecto o abogado… pero los estimulamos si dice que quiere ser deportista. Y empezamos a estimularlos como si fueran profesionales.

Entrenamiento, exigencias, presiones…

A esa edad, y aún más adelante, un niño o adolescente elige ser deportista porque cree que así jugará toda la vida; y que no tendrá que estudiar; y que será famoso y con plata.
Debemos enseñarle que al ser profesional “trabajará” de deportista; y que no todos, quizás la mayoría, llegan a ser famosos. A medida que vaya creciendo habrá que apoyar sus decisiones sin descuidar la formación de base; sin “malgastar” su físico con sobre entrenamientos y sin trabajar antes de tiempo.
Preservemos su capacidad de juego y diversión. De creatividad e imaginación. De formación de su personalidad. Permitamos que se sientan niños mientras lo son.
Aquel que no quiera hacer actividad física debe ser respetado, pero en ese caso debemos controlar qué hace mientras no se mueve. Podemos fomentar su actividad mental a través de la lectura, o del juego que implique fantasía. O su actividad artística.

El sedentarismo no es sólo falta de movimiento.

No olviden que un certificado de aptitud es un acto médico que intenta proteger al paciente de un riesgo. No es sólo un papel firmado.
Es un acto de responsabilidad del profesional que lo hace y de los padres que traen a su hijo a la consulta y cumplen las indicaciones.

Jueguen, corran, trepen… Siéntanse superhéroes o pilotos… O el genio y más campeón del deporte que les guste… Disfrácense con una capa, una remera deportiva o una raqueta…
Sientan que la bici es una moto o un caballo… Diviértanse y disfruten; que para trabajar tienen tiempo… Y cuando le den tiempo al trabajo les quedará poco tiempo para jugar.

Consultas:
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Tel. 4505.4300/4350
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