ENTREVISTA
ASOCIACIÓN VECINAL DE FOMENTO TALAR NORTE
Reabrió sus puertas y está recobrando sus actividades
Las entidades de fomento fueron para la ciudad de Buenos Aires un motor de empuje de barrios que a principio del siglo XX no eran más que un conjunto de caseríos en el medio de áreas totalmente desprovistas de infraestructura. Creadas y conformadas por los propios vecinos, muchos de ellos inmigrantes recién llegados al país, se caracterizaron por promover el progreso, gestionando el alumbrado público, el pavimento, solicitando medios de transporte públicos, sistemas de drenaje de las aguas de lluvia y todas clase de mejoras que fueron llegando con el paso de los años mejorando sustancialmente la calidad de vida de sus habitantes.
Una de ellas sin duda es la Asociación Talar Norte ubicada en Salvador María del Carril 2956, barrio de Agronomía. Gracias a las gestiones de comisiones directivas que supieron marcar un rumbo, la entidad alcanzó momentos de plenitud llegando a tener una oferta de más de 30 actividades sociales, culturales, turísticas y de salud funcionando en simultáneo en un edificio, que podría calificarse modelo en su tipo, construido en tres plantas y con todas las instalaciones necesarias: consultorios y gabinetes para el desarrollo de actividades de salud y educación, espacio para de bar/restaurante, salón de fiestas con cabina para disck jockey y amplias cocina, sala de computación, salón para conferencias, salón de danzas y gimnasia y terraza.
Su infraestructura permitió que allí se crearan los Consultorios Médicos Barriales dependientes del Hospital Zubizarreta con la atención de tres especialidades, clínica médica, pediatría y ginecología. También se dictaban clases de computación, dibujo y pintura, guitarra, grafología, tejido, inglés, italiano, se podía practicar diferentes tipos de gimnasia, Tai Chi Chuan, Tae Kwon do y yoga. Especialistas de diferentes disciplinas brindaban asesoramiento y servicios de abogacía, trámites de jubilaciones y pensiones, gestoría del automotor. Profesionales de la atendían dentro de sector privado, contando con odontólogo, nutricionistas, psicólogos, psicopedagogos. Entre los servicios, también había reflexología, pedicuría, belleza y estética. Tampoco faltaba una oferta turística abarcativa con destinos nacionales e internacionales.
Sin embargo, cuando llegó la pandemia un manto de oscuridad se posó sobre la entidad. La parálisis provocada por la cuarentena comenzó a hacer estragos, aumentaron los pasivos y deudas se fueron acumulando sin capacidad de dar respuesta debido al cese de actividades. Si el 2020 fue difícil, aún más lo fue el 2021 y gran parte de 2022. La avanzada edad de los miembros de comisión directiva y el hecho de que algunos de ellos fallecieran en el transcurso de esos años hizo más difícil una salida rápida.
UNA DONACIÓN QUE NO FUE
Entre las soluciones que se plantearon en el seno de la comisión directiva se evaluó la posibilidad y se comenzó a tramitar la donación del edificio al Gobierno de la Ciudad para que fuera destinada a un CESAC, siendo que en ese edificio ya funcionaban los consultorios médicos barriales que dependen del Hospital Zubizarreta y que dicho hospital es el único en su tipo de la ciudad que carece de Centros de Salud y Acción Comunitaria para atender a los vecinos residentes dentro de su área programática (Villa Devoto, Villa del Parque, Agronomía y Villa Pueyrredón).
Si se hubiera concretado esta alternativa, la entidad tendría que haber sido disuelta. El único requisito que se solicitaba a la autoridad pública para efectuar el traspaso era que se hiciera cargo de la deuda acumulada en los años de parálisis (2020, 2021 y algunos meses de 2022) y que al final supuso un monto de alrededor de $5.000.000 (contemplando salarios de empleados, impuestos y servicios con mora).
Sin embargo, la gestión quedó empantanada y el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires a través de su Departamento de Legales nunca dio una respuesta.
LOS VECINOS REABRIERON LAS PUERTAS!
Con el Gobierno de la Ciudad desestimando la propuesta, el cierre definitivo y la disolución de la sociedad de fomento parecía el único destino cierto.
Pero un grupo de socios, algunos incluso descendientes directos de los fundadores de la entidad, consideraron que no podían permitir que muriera una institución que tanto hizo y significó para el barrio.
Así que siguiendo todos los pasos legales y administrativos correspondientes se formó una nueva comisión directiva con el suficiente vigor como para reflotar y dar renovado impulso a la Asociación Talar Norte.
Nuestro medio tuvo oportunidad de hablar con dos de sus directivos, el señor Alejandro Samo Santi, presidente y con Diego Sánchez, secretario general y bisnieto de uno de los fundadores de la asociación.
P: ¿Cómo decidieron hacerse cargo de la asociación?
R: En marzo, abril de este año nos enteramos que la entidad no estaba bien, que había posibilidades de que se entregue. Así que un grupo de socios comenzamos a ver si podíamos ayudar. Decidimos poner un poco de dinero cada uno y hubo familias que nos ayudaron. Así conseguimos poner las instalaciones en condiciones: habilitamos nuevamente el gas, acondicionamos los baños, arreglamos las bombas que estaban quemadas y otras cositas más que nos permitieron volver a funcionar y reabrir las puertas para comenzar a reincorporar las actividades que tenía antes la asociación y también ofrecer los salones de fiesta.
R: Por lo pronto, ya arrancaron los Consultorios Médicos Barriales que dependen del hospital Zubizarreta y estamos en conversaciones para que se amplíen las especialidades médicas que se atienden aquí.
Respecto de las actividades socio-culturales ya pudimos recuperar 30% de la grilla y los profesores están volviendo. Ellos están felices de que se haya recuperado este espacio y nos están dando una gran mano porque cada uno invita a sus alumnos a hacerse socio de la entidad con un aporte mínimo.
P: ¿Tienen algún proyecto en marcha para recuperar los socios?
R: si, estamos lanzando una campaña para que los vecinos se adhieran abonando $100 mensuales. Nuestra idea es llegar a 1.000 adherentes. No apuntamos con esto a la recaudación sino al efecto multiplicador que tendrá el compromiso de aquellos que se sientan identificados con la asociación. Nos ayudaría a vovler a ser conocidos y a generar más movimiento, el suficiente para darle un nuevo impulso. Porque si vuelven las actividades a pleno y las fiestas, la salida está asegurada.
P: ¿Y las deudas?
R: Por suerte y gracias a la comprensión de todas las partes, pudimos acogernos a moratorias con AFIP y refinanciamos las deudas con AySA y Metrogas. También hubo una gran flexibilidad por parte del personal y Mónica, nuestra secretaria tiene una voluntad de hierro. En equipo estamos tratando de volver a poner de pie a la asociación, falta mucho pero tenemos un camino trazado y estamos enfocados a superar esta crisis que puso la entidad al borde de la quiebra.
P: ¿Qué actividades que ya están funcionando?
R: Nutrición, psicología, gimnasia para adultos mayores, gimnasia, masajista, cosmiatría, asesoramiento legal, yoga, manualidades, fonoaudiología y como te comenté antes, los Consultorios Médicos Barriales que dependen del Hospital Zubizarreta.
También están habilitados nuestros salones de fiesta que cuentan con todas las instalaciones. Son ideales para celebrar cumpleaños infantiles, reuniones sociales, bautismos, casamientos, despedidas, eventos empresariales, fiestas de egresados, etc.
P: ¿Tienen algún otro proyecto en marcha?
R: Nos gustaría reeditar la cancha de bochas que hace muchos años tenía la asociación. Disponemos de un muy lindo espacio en la terraza que cuenta con las dimensiones adecuadas para armarlas allí. Estamos en la búsqueda de alguna entidad en su tipo que desee contar con el lugar y armar con ellos una alianza.
P: Desde algún sector nos contaron que aquí también estaba previsto que funcione una escuela de pocker, es eso cierto?
R: Te agradezco que me formules esta pregunta. En principio nos hicieron la propuesta pero yo lo denegué.
UN POCO DE HISTORIA
La Asociación Talar Norte fue fundada el 26 de mayo de 1935 por 22 vecinos que se reunieron en un predio arrendado por el entonces Club Atlético y Social "Unidos del Talar" de la calle Nazca 3875.
La primer comisión directiva estuvo formada por Francisco Gorini, Nicanor Fernández, Benjamín Bastero, Samuel Doureiro, José Scordamaglia, Ramón Barroso, Alejandro Sosa, José Batista, Laureano Sánchez, Francisco Chávez, Eleuterio Pareja, Joaquín Latorra, Vicente Pérez, Julián Varela, Mario Cappiello, Víctor Denaro, Juan José Anton, Rafel Felippone, Francisco Mayoral, Domingo Pellita, Eustaquio Sánchez , E. S. Navarro. Su primer presidente el Sr. Eustaquio Sánchez.
Años más tarde se trasladaron al local de la Av. Salvador María del Carril 2916. El 1º de julio de 1947 consiguen comprar la tierra para construir una nueva edificación en Av. S.M. del Carril 2956.
Según el testimonio de algunos de los descendientes de aquellos fomentistas, la piedra fundamental está ubicada y puede observarse en el piso al ingresar a la entidad. Desde entonces se denominó Asociación Vecinal de Fomento "El Talar Norte".
Una vez adquirido el predio, se fue edificando paulatinamente planta por planta en varias etapas y cuentan que algunos de los socios y miembros de comisión directiva de aquellos años llegaron a hipotecar sus propias casas para llevar adelante las obras.
Esta sociedad de fomento, abierta a la comunidad, intervino positivamente para que fueran asfaltadas calles y pasajes dentro de su égido, procurar el arreglo de los pasos ferroviarios, ensanchamiento de la calle Nazca, colocación de luz de mercurio, expropiación de los terrenos para la formación de la plaza Martín Rodríguez, y un sin fin de actividades culturales y sociales entre las que se contó también un centro de jubilados.
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