lunes, 6 de septiembre de 2021

COMUNA 11

ES LEY

DISTRITO DEL VINO

Abarca la zona de bodegas de La Paternal, unas pocas cuadras del eje comercial de Villa del Parque y gran parte de la zona más desarrollada y residencial de Villa Devoto.
El quinto polo de desarrollo económico de la ciudad tiene aristas positivas como ser el fomento a la iniciativa privada pero paralelamente los vecinos se preguntan: la antojadiza conformación de este distrito significará el fin del Jardín de Buenos Aires?



Tu casa... ¿está dentro del distrito del vino?


El día 2 de septiembre la Legislatura porteña con el voto de 37 diputados del oficialismo y partidos aliados sancionaron la ley que establece el nuevo DISTRITO DEL VINO que abarca un polígono conformado por las calles Espinosa, Biarritz, Av. San Martín, Carlos Antonio López, Av. General Paz, Cervantes, Tinogasta, Emilio Lamarca, Ricardo Gutiérrez, Alfredo Bufano y Terrero.
En su trayecto meteórico por la legislatura, el proyecto se transformó en ley en apenas 10 días, pasando del tratamiento en comisión al recinto donde fue aprobado a pesar que la oposición (FdT y FIT) manifestó preocupación por algunos de los alcances de la norma, la falta de consulta a actores sociales fundamentales y el deseo de incorporar sugerencias para mejorarlo.
Pero la mayoría automática que hoy ostenta el oficialismo en ese cuerpo colegiado convirtió en ley al quinto polo de desarrollo económico instalado en la ciudad de Buenos Aires que se sumó a los distritos Tecnológico, Audiovisual, De las artes, De diseño y Deportes instalados en los barrios de Barracas, Parque Patricios, La Boca, San Telmo, Villa Lugano y Villa Soldati, respectivamente.

ALCANCES DE LA NUEVA LEY

El nuevo distrito del vino beneficiará impositivamente a las empresas que realicen inversiones vinculadas con el sector dentro del área demarcada, como ser producción y distribución de vinos, depósitos, bodegas, cavas, centros de enseñanza, formación y capacitación del producto, vinotecas, bares, restaurantes y emprendimientos gastronómicos que pivoten en el consumo de este producto. También prevé establecer un museo del vino en algunas de las viejas bodegas o locales en desuso sobre Av. San Martín y podría ser en el edificio de FECOVITA y volcar para uso de este distrito al majestuoso Palacio Ceci emplazado en el corazón de Villa Devoto.
Las primeras quince firmas anotadas en el registro que se abrirá para tal fin computarán como pago a cuenta del impuesto sobre los Ingresos Brutos hasta el 70% del monto invertido en el desarrollo inmobiliario dentro del distrito y los siguientes el 50%. El Banco Ciudad extenderá créditos tanto para la construcción, compra, alquiler, mejora y acondicionamiento de inmuebles dentro del polígono, como para la adquisición de equipamiento relacionado con actividades ligadas al vino.
El ministro Giusti afirmó en diferentes entrevistas que “La ciudad (en concreto Villa del Parque y Devoto) se transformarán en una especie de ventana o kilómetro cero para que los porteños y turistas, nacionales o extranjeros, puedan apreciar de cerca lo que significa la industria del vino en términos industriales, económicos y gastronómicos. Sería un punto de partida para trasladar ese impulso a las provincias, más allá de lo que significa la generación de empleo en Villa Devoto y todo el desarrollo que pueda generar alrededor de la industria”.
Del Gaiso por su parte sostiene que… “La estrategia de internacionalización del Distrito del Vino se orienta a generar acciones de inserción internacional, capacitación en comercio exterior, fomento a la asociatividad exportadora, provisión de inteligencia competitiva, planes de primera exportación, así como cualquier otra iniciativa que impulse el desarrollo de mercados externos”.

CONSECUENCIAS DESEABLES

Sin duda el proyecto tiene aristas positivas.
En una época de “vacas flacas” producto de la pandemia donde desaparecieron miles de empresas, el Estado de la Ciudad lleva a cabo una política proactiva para el fomento fiscal y crediticio de inversiones genuinas y desarrollo de nuevos emprendimientos que se radiquen en la jurisdicción, aunque como bien señaló en la cámara el diputado Javier Andrade (FdT) esta ley no prevé ningún tipo de segmentación entre pequeñas y grandes empresas, algo que de haber sido considerado hubiera sido particulamente beneficioso para las Pymes.
Indudablemente la norma apunta a apalancar inversiones genuinas del sector privado y si bien se centra en una actividad económica, abre la ventana a potenciar otras, como son la industria del turismo en un área de la ciudad que hoy no figura en los mapas de recorridos para los visitantes nacionales o internacionales. Siendo además que este rubro aporta al PBI de la capital de país un importante ingreso de divisas.

El bello Palacio Ceci (Av. Lincoln 4300)
podría destinarse a un uso
afín al distrito del vino
CONSECUENCIAS NO DESEADAS… ¿EL FIN DEL JARDÍN DE BUENOS AIRES?

Pero, y siempre hay un pero en este tipo de leyes sancionadas de manera atropellada y sin la búsqueda de sólidos consensos, así como el nuevo distrito presenta aspectos positivos, tal y como fue sancionado va a impactar sobre el territorio generando tres grandes riesgos:
En primer lugar, esta política pública va a tender a descompensar aún más a la comuna 11, integrada por Villa Devoto, Villa del Parque, Villa Santa Rita y Villa General Mitre.
En contraste con lo que sucede en Villa del Parque pero particularmente en el área de Villa Devoto residencial que es una zona pujante por naturaleza y uno de los barrios más desarrollados donde el Estado de la ciudad siempre está atento a sus requerimientos, Villa Santa Rita y Villa General Mitre muestran un sinnúmero de demandas insatisfechas y reclamos que llevan largos años. A título de ejemplo, es dable mencionar que Villa Santa Rita es el único barrio de la ciudad que carece de una plaza!, y en Villa General Mitre hay un CESAC (Centro de Salud y Acción Comunitaria) que pide a gritos su traslado porque la falta de espacio para la atención de los pacientes lo puso en estado de colapso. Desde el año 2013 se está pidiendo un tomógrafo para el Zubizarreta, hospital cuya área programática cubre gran parte de la comuna 11.
Paradójicamente el mapa del nuevo distrito recae en un 80% sobre el área residencial, más rica y más desarrollada no solo de la comuna sino también de Villa del Parque y Devoto.

Como consecuencia de lo anterior, la actual descompensación tenderá a traducirse en una comuna aún más desigual.

En tercer lugar, para aquellos que conocemos la zona, cuando miramos a simple vista el mapa sobre el que está trazado el distrito, nos damos cuenta que el 80% del área que abarca son manzanas netamente residenciales de Villa Devoto y con un valor de la tierra que está entre los más altos de la ciudad.
Con un código urbanístico y de edificación tan lábil como el que rige hoy, el mayor riesgo de esta “invasión” de empresas -que estarán habilitadas para la fabricación, logística y distribución, centros de formación, oficinas, cavas, bares y restaurantes- , es que se genere un acelerado proceso de gentrificación, donde el vecino “huya” (aún malvendiendo su propiedad) porque el bucólico “jardín de Buenos Aires” pase aceleradamente a ser historia frente a la abrumadora llegada de olas de visitantes, mayor densidad de población, embotellamientos de tránsito, ruidos molestos e invasión del espacio público.
Esto que estoy mencionando no es un “riesgo hipotético”, tampoco es algo nuevo ni desconocido en la ciudad de Buenos Aires, ya pasó en barrios como Palermo, San Telmo, La Boca y Caballito. Inclusive en el propio Devoto el polo comercial que se extiende aceleradamente alrededor de la plaza Arenales ya vive una transformación comercial, edilicia y de volumen de visitantes que ante la falta de espacios, invaden hasta los boulevares para dejar sus autos.

¿QUÉ LE FALTÓ AL PROYECTO?

En primer lugar una amplia convocatoria para un debate sano profundo y democrático que desembocara en una ley apoyada en fuertes consensos.
El proyecto tiene la autoría del legislador y vecino de Villa Devoto Facundo Del Gaiso, perteneciente a la Coalición Cívica, integrante de la alianza Cambiemos. A pesar que en su alocución en la cámara el día 2 de septiembre enfatizó que el proyecto se trabajó “de abajo hacia arriba”, en rigor estos dichos son pura entelequia porque la inmensa mayoría de las instituciones locales fueron abiertamente dejadas de lado.
En la mesa de trabajo solo se incluyó a la cámara de comercio de Villa Devoto que es impulsora de la iniciativa, a las veinte principales bodegas del país y a las provincias de Mendoza, Salta, Neuquén y Buenos Aires en reuniones mantenidas en el Ministerio de Desarrollo Económico del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Pero no fueron invitadas a esa mesa otras cámaras empresarias de la comuna 11 y 15 sobre las que recae parcialmente el distrito, no se participó a los comuneros y menos se trató en reuniones de Junta Comunal a sabiendas que en una ley de esta envergadura y trascendencia la comuna tiene competencias concurrentes y debería haber tenido un papel protagónico en la elaboración y consulta del proyecto conjuntamente con su órgano asesor natural que es el Consejo Consultivo Comunal.
Pero lo que llama poderosamente la atención es que el proyecto tomó luz y trascendió a través de medios nacionales cuando estaba a punto de sancionarse, de esta manera los vecinos, que en definitiva serán los directamente impactados por esta política pública, tampoco fueron anoticiados en tiempo y forma.
De este modo, nuestros representantes una vez más hicieron caso omiso a los principios más elementales de la democracia participativa que fija la Constitución de la Ciudad y la Ley 1777 de Comunas.
Consultado el abogado y especialista Jonatan Baldiviezo del Observatorio del Derecho a la Ciudad señaló “la excepción a normas generales como esta (ley) requieren dictámenes de doble lectura. Se suelen votar los distritos con simple lectura pero es inconstitucional”.

CÓMO PODRÍA HABERSE MEJORADO:

En lo personal en ningún caso “cascotearía” una idea que implica la posibilidad de desarrollo a partir de inversiones genuinas y generación de nuevas y más fuentes de trabajo.
Dicho esto, me parece que esta ley era susceptible de trascendentes mejoras.

A saber:
Si el Distrito del Vino hubiese recaído específicamente sobre las áreas comerciales de los cuatro barrios por ejemplo, sobre todo el centro comercial de Villa del Parque (y no en una mínima expresión), el polo gastronómico de Villa Devoto, Av. Nazca y adyacencias, Gavilán y aledaños y sobre los corredores de las grandes Avenidas (San Martín, Beiró, Nazca y Jonte) estimularía a toda la comuna, promovería el desarrollo de manera justa y equitativa, fomentaría el crecimiento de los centros comerciales a cielo abierto y no generaría tantos peligros para las zonas residenciales, ayudaría además de manera significativa al progreso de los barrios postergados de la jurisdicción que requieren particularmente de un Estado de la Ciudad más presente.

Siguiendo esta línea de pensamiento, resulta inverosímil que este distrito del vino apenas abarque cuatro cuadras de la calle Cuenca (lado Norte), dejando afuera y abiertamente discriminado la mayor parte del principal centro comercial de la jurisdicción y el cuarto en importancia de la ciudad (por volumen de empresas y ventas).

Paralelamente, un buen diseño y trazado hubieran apalancado otros proyectos comunitarios como ser recorridos turísticos que “madirarían” de manera perfecta con el Distrito del Vino: como el Circuito Maradoniano (que arrancaría en la cancha de Argentinos Juniors -Villa General Mitre-, pasaría por el Museo del “10” y el club Parque donde el Maradona hizo historia -Villa del Parque-, sin saltearse la estatua ubicada en Villa Santa Rita, para finalizar en Villa Devoto, lugar en el que "El Diego" vivió varios años con su familia; también están otros paseos arquitectónicos e históricos de un área de la ciudad que nos encantaría que otros descubrieran pero no a costa de arrasar con el lugar que elegimos para vivir y para criar a nuestros hijos.

En cuanto a los controles, esta ley también podría haber sido innovadora en medidas que garanticen al vecino que las empresas van a respetar en todos los casos una normativa conforme a no generar “ruidos molestos” e “invasión del espacio público”. Hoy la zona sufre las consecuencias de algunos (por suerte pocos) desaprensivos empresarios que no cumplen y la legislación actual no es lo suficientemente ágil para frenar estos atropellos que tardan demasiado tiempo en solucionarse.

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