martes, 22 de septiembre de 2020

LA OPINIÓN DE ESPECIALISTAS

SALUD & BIENESTAR


INACTIVIDAD FÍSICA
Un enemigo mortal


Escribe: Dr. FRANCISCO L. GADALETA  (MN. 50487) - Médico Cardiólogo
Gentileza: CENTRO DE DIAGNÓSTICO PARQUE


Es muy común, que a la vuelta de un nuevo congreso de cardiología, mis pacientes pregunten acerca de qué nuevas moléculas se acaban de presentar en aquel evento científico. Seguramente, con la esperanza que aquellas ayuden a mejorar su hipertensión arterial, colesterol, triglicéridos, elevados, diabetes, sobrepeso, etc.
Lamentablemente, no aparecen todos los años nuevos medicamentos y si aparecieran, les falta la prueba de tiempo y sus costos serían elevados. Es llamativo como muchas personas ignoraran (y hasta diría que muchos profesionales no enfatizan a sus pacientes lo suficiente) la noción del alto impacto que tiene la droga más barata del mercado, la cual simultánea y milagrosamente mejora, varios problemas de salud. Ella es, la actividad física.
La actividad física, reduce en un 11% la mortalidad global, o sea la posibilidad de morir de cualquier enfermedad y 25% la mortalidad cardiovascular, o sea por infarto de miocardio, muerte súbita o accidente cerebro vascular. También las estadísticas demuestran que reduce el riesgo de desarrollar síndrome metabólico (una condición clínica que nos hace susceptibles a padecer diabetes o algún evento cardiovascular de los que me he referido antes) entre 60% y 80%.
Pero antes de seguir, sería bueno que nos pongamos de acuerdo de que estamos hablando, cuando nos referimos a realizar alguna actividad física. Sin duda, hacemos mención a una actividad aeróbica, durante al menos 150 a 180 minutos semanales, repartidos de acuerdo a nuestras posibilidades y comodidad.
Significa que podemos hacer caminatas, pedalear, andar en cinta o treadmill, bailar, nadar, jugar fútbol, tenis, básquet, vóley, etc. Con cierta frecuencia me preguntan acerca de cuál sería la mejor actividad. La respuesta es sencilla, la mejor actividad es aquella que nos divierte y entretiene, de manera que esto nos asegure su continuidad.
Al día de hoy existe una extensísima evidencia científica que demuestra que el ejercicio físico continuado, disminuye la presión arterial, incrementa las HDL-Colesterol (que es el buen colesterol, o sea el que nos protegé las arterias) disminuye las LDL-Colesterol (el malo), que es el que produce arterioesclerosis. Además disminuye los triglicéridos, que son un paciente muy cercano de las LDL-colesterol y también reduce el azúcar de la sangre. No perdamos de vista que el realizar actividad física contribuye a que se reduzca y mantenga el peso corporal.
Como sugerencia general, para todos aquellos que no tienen el sano hábito de hacer un chequeo anual y quieren poner en actividad su cuerpo, deben consultar a su médico, para que los oriente hacia que estudios son necesarios antes de iniciar o continuar con un plan de actividad física recreativa o competitiva.
Para terminar les dejo dos frases para pensar: “nosotros somos lo que comemos y somos tan viejos como lo sean nuestras arterias”.

Consultas: 
Campana 3252
Tel. 4505.4350

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