miércoles, 31 de julio de 2019

ENTREVISTA

CLUB COMUNICACIONES


JORGE RAPAPORT:

“LA RECONSTRUCCIÓN DEL CLUB ES UNA OBRA COLECTIVA”



Quizás la representación del Ave Fénix sea un justo símbolo para esta institución que resucitó de sus propias cenizas y hoy se encuentra en una etapa de crecimiento sostenido.
Comunicaciones fue fundado en 1931 por el personal de la antigua compañía de Correos y Telecomunicaciones y posteriormente abierto a la comunidad.
En su tipo, es el predio deportivo más grande de la ciudad. Sus dieciocho hectáreas en una de las zonas más lindas de Buenos Aires, aún conservan frondosa vegetación y un equipamiento en condiciones operativas que está siendo revitalizado para los más de 5.000 socios que pueblan sus instalaciones.
Sin duda, la actualidad es esperanzadora porque, entre otras cosas, está a punto de dar vuelta la página más triste de la historia de “El Cartero” cuando en el año 2000 se declaró su quiebra y debió cerrar sus puertas, aunque no fue por mucho tiempo porque gracias a la sanción de la ley 25.284 -que se creó a partir de la quiebra de Racing-, pudo reabrir 4 meses después y seguir manteniéndose a flote mediante la administración de un órgano fiduciario. Hacia el 2009 aparecieron ofertas de Hugo Moyano y Daniel Hadad para levantar la quiebra y quedarse con el club por sólo 11 millones de pesos. Por ese entonces el Comunicaciones languidecía en una lenta agonía, los ingresos no alcanzaban para mantener la enorme infraestructura que se iba derrumbando de manera literal.
Seguramente las salidas más sencillas y “pragmáticas” hubieran sido las que ofrecían el sindicato de camioneros o el empresario de las telecomunicaciones, pero los hinchas y socios no estaban dispuestos a entregar al club de sus amores y decidieron luchar desde una asociación civil que crearon para tal fin: “Todos por el Comu”.
Para repasar el camino transitado desde aquellos días aciagos hasta este presente esperanzador, AQUÍ VILLA DEL PARQUE tuvo oportunidad de conversar con alguien que primero fue testigo y luego se convertiría en un protagonista privilegiado: Jorge Rapaport, experto en gestión deportiva e integrante del órgano fiduciario junto a Héctor Urueña (síndico) y Carlos Lazzatti (abogado).

- ¿Cómo recuerda su llegada al club hace seis años?
- El club estaba vacío y desarmado. Arrancamos en marzo del 2013 con una entidad clausurada. Eso significaba que no podíamos cobrar las cuotas sociales pero seguían corriendo los gastos. Estuvimos así durante dos o tres meses hasta que pudimos garantizar la seguridad y el juez nos autorizó a reabrir.
A partir de allí comenzamos a transitar lenta y sostenidamente un camino para ordenar las cosas, mejorar la cobranza, aumentar la recaudación y cumplir con los trabajadores. Todo eso pudo hacerse porque a pesar del deterioro había una masa societaria que tenía puesta la camiseta, con muchas convicciones y mucho amor por el club.
Hay que decirlo con todas las letras: la reconstrucción de Comunicaciones fue obra de la comunidad que trabajó de manera mancomunada con el órgano fiduciario. Sin esta alianza estratégica no hubiera sido posible la recuperación.

- Yendo un poco más atrás en el tiempo ¿Cómo se involucra en esta “patriada” que llevaron adelante los socios e hinchas?
- Conocí a los socios cuando fueron a la legislatura a buscar ayuda. Por entonces, yo era Director de Deportes en el Poder Legislativo porteño. En ese momento viví la estrategia de los socios desde afuera. Ellos trabajaban sobre dos líneas de acción: por un lado la defensa del club y la lucha que daban adentro y por otro carril una comisión específica se dedicaba a visitar autoridades y acudía a todos los espacios posibles que le dieran visibilidad y les sirviera para establecer una defensa de la entidad.
Así, se conformó una comisión de diputados para el salvataje del club. Se redactó un proyecto de ley que finalmente fue sancionado y en sus partes fundamentales planteaba la estatización del club Comunicaciones para devolvérselo a los socios y la ciudad retenía una parte para construir un estadio multipropósito.
Sin embargo, el juez entre estas dos alternativas se inclinó por entregar el predio a Moyano. La decisión empujó a los hinchas y socios a tomar medidas más drásticas: empezaron a cortar de manera sorpresiva Avenida San Martín, hicieron marchas a la Legislatura y finalmente tomaron el club.
En determinado momento el contexto político cambió y eso les permitió a los socios ser escuchados por el juez que finalmente nombró como integrantes del órgano fiduciario a Héctor Urueña (síndico), a Carlos Lazzatti (abogado) y a mi en el rol de experto en gestión deportiva.

- ¿Cuál es la función específica de este órgano fiduciario?
- Conducir el club bajo la jefatura del Juez de la Causa.
Así llevamos nuestra tarea adelante, informamos periódicamente al magistrado y en algunas cuestiones debemos pedirle autorización. Más allá de esto, tenemos un acuerdo político con los socios, en el cual hemos manifestado claramente que si bien tenemos poder absoluto, nosotros no vamos a hacer nada que los socios no compartan ni vamos a hacer nada que no estemos dispuestos a hacer. En este marco, tenemos un código de convivencia maravilloso.
Estoy convencido que este vínculo de confianza que conseguimos para trabajar de manera articulada fue lo que nos permitió salir adelante y poder, si Dios quiere, levantar muy pronto la quiebra.

- Hablando de quiebra, en qué estado está el club en este punto?
- Desde hace dos años están dadas las condiciones para que el Juez levante la quiebra. Hay dinero depositado en una cuenta judicial que a criterio del órgano fiduciario alcanza y sobra para pagarle a los acreedores. La decisión está en manos del juez.
Luego habría que hacer una reforma estatutaria para permitirle a los socios que hoy habitan el club tener derecho a votar y a ser votados.

- ¿Cómo es la vida societaria hoy?
- Estamos viviendo un período muy agradable para todos los que hacemos Comunicaciones. A pesar que el momento económico no es el mejor, el club crece en forma constante, está superando las expectativas y no se ha resentido el pago de las cuotas sociales.
Sentimos que tiene que ver con una percepción positiva de la comunidad porque ve al club como hace mucho no lo veía.
Mejoramos mucho la infraestructura y eso nos permite brindar actividades de manera regular todo el año, mantener estables las cuotas sociales y esa previsibilidad en la recaudación nos da la posibilidad de reinvertir.

- Es un club muy grande, sólo mantenerlo debe ser difícil, si además están creciendo habla de una muy buena administración…
Tal cual, dadas las dimensiones del club, cada cosa que hacemos implica una inversión sustantiva. Estamos transformando todas las luminarias existentes a Leds y agregando más iluminación para que la gente circule tranquila, sobretodo en los horarios picos de actividades que van de 17 a 22 horas.
Hemos construido gimnasios, una cancha de fútbol profesional de césped sintético, remodelamos totalmente la cancha auxiliar de fútbol 11 que ahora se usa solo para partidos oficiales de las divisiones inferiores, construimos un gimnasio, un estadio nuevo de futsal y hace un año inauguramos la cancha de césped sintético de hockey.

- Los ingresos solo provienen de las cuotas sociales?
- No. Tenemos ingresos ordinarios que surgen de las cuotas sociales y cánones por concesiones (buffet – Restaurant de Beiró, alquiler del colegio y alquiler del predio de las canchas de fútbol que dan sobre Av. San Martín, un emprendimiento privado que mejoró sustantivamente la estética de esa área del club).
Y además recibimos ingresos extraordinarios cuando realizamos pases del fútbol profesional y/o derechos de formación.

- Cuentan con subsidios estatales?
- Percibimos un subsidio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que en sí mismo no tiene un impacto presupuestario sustantivo pero se vuelve significativo cuando ese ingreso se transforma en mejoras de las instalaciones que traen más socios o nos sirve para bajar costos, por ejemplo, transformación a iluminación leds.

- ¿Cuántas disciplinas deportivas tienen? Y dentro de ellas, cuál es la importancia del fútbol?
- Hoy contamos con 21 disciplinas deportivas y estamos lanzando nuevas ofertas culturales. También recuperamos la Colonia de vacaciones que año a año se va fortaleciendo.
En fútbol estamos en la “B” Metropolitana desde hace 11 años. La subcomisión de fútbol está trabajando de manera minuciosa y se están generando cimientos para seguir progresando.

- ¿Cuáles son los proyectos a futuro?
- Para que el club tenga la envergadura que soñamos, se necesitan al menos 4 o 5 años más de trabajo intenso como el que venimos haciendo. Seguramente esta labor estará a cargo de una comisión directiva que hoy no hay y de un aprendizaje de los socios a seguir construyendo y conduciendo el club, aprendizaje que no parte de cero porque en este proceso todos fuimos aprendiendo.
En lo inmediato queremos mejorar los tres accesos que históricamente tuvo el club: Tinogasta, Av. San Martín y Av. Beiró.

- Cuál es su evaluación personal de todos estos años dedicados al club?
- Tengo una larga trayectoria profesional, pero esta experiencia debe ser una de las máximas felicidades que tuve en mi vida. Siempre trabajé en el área de deportes de clubes y en mi desempeño como funcionario en esta área me toco ver infinidad de problemáticas que atraviesan entidades de este tipo, por eso en una época donde se apuesta a las privatizaciones como solución, tanto yo como a mis compañeros del órgano fiduciario estamos orgullosos de ser parte de esta construcción junto a una comunidad que cree que se puede tener un club que sea de los socios, bien administrado y manejado por profesionales idóneos en cada una de las áreas.

- Quisiera agregar algo más?
- Destacar la labor de la comisión de asociados que trabajaron y trabajan coco a codo con nosotros. En sucesivas etapas nos acompañaron: Alejandro Apisella, Ezequiel Segura, Ariel Venneri , Guadalupe Martins, Walter Herleim, Silvia Abraham y Eduardo Villanueva. Y actualmente la comisión la integran Nicolás Pignataro y Daniel Díaz.

1 comentario:

  1. Con orgullo agrego que mi suegro fue presidente del club durante 14 años, en su época de esplendor. El estadio lleva su nombre: Alfredo Ramos.

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