viernes, 22 de julio de 2011

 EDITORIAL

“CONSTITUIR LA UNIÓN NACIONAL, 
AFIANZAR LA JUSTICIA,
CONSOLIDAR LA PAZ INTERIOR”
Nada más contundente que los párrafos de nuestra Constitución Nacional, su preámbulo y su significado para los habitantes de nuestro privilegiado país. Más allá de lo circunstancial  inducen a una reflexión profunda de nuestra ubicación en el espacio que con respeto llamamos Patria.
Responsabilidad ciudadana, que se ejerce en el marco de la democracia y participación aún desde el más modesto lugar que nuestra vida nos sitúa y como también lo incluye nuestra Carta Magna… “para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino”...
No puede haber democracia política verdadera y estable sin justicia social y preservación de los derechos humanos, con un paralelo desarrollo que vaya creando estructuras dirigidas a constituir una sociedad con igualdad de oportunidades para todos sus miembros.
De allí que como ciudadanos concientes debemos asumir y evitar la demagogia y abogar por la confrontación de ideas y la renovación de nuestros cuadros dirigentes.
Para ello es prioridad la iniciativa privada de las personas y los grupos privados, incluyendo sus nucleamientos sociales, con una planificación y coordinación donde el Estado, en función de administrador del Bien Común, consolide una sana economía y una justa distribución.
Se puede asumir la actitud pasiva como espectador y crítico, o involucrarnos buscando una fórmula de convivencia y progreso en pluralidad con objetivos fundamentales.
Se requiere la reflexión que pueda asegurar una madura decisión política en el momento de elegir a quienes nos representen, con voluntad consciente, comprometida y responsable, ejerciendo nuestros derechos en un marco de Paz Social.
A veces es necesario tener presente los enunciados constitucionales y desde las bases de la sociedad, con voz y voto, a partir de la oportunidad que brinda la Democracia y la consulta popular asegurar y reafirmar “el rol y la responsabilidad indelegable del Estado, la participación de la familia y la sociedad, la promoción de los valores  de los valores democráticos y la igualdad de oportunidades y posibilidades sin discriminación alguna…” recordando también las sabias palabras con las que concluye el Preámbulo de nuestra ley primera… “invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y Justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución para la Nación Argentina”.

¿Usted qué opina?
José Cesar Rodríguez Nanni

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