martes, 21 de junio de 2011

 CARA Y CONTRACARA

AUMENTO DE LA CONSTRUCCIÓN EN LA REGIÓN Y NUEVOS EDIFICIOS
Con el vertiginoso crecimiento que en los últimos años nuestra región está teniendo en materia edilicia y la aparición de varios centenares edificios de cinco o más plantas diseminados a lo largo y a lo ancho de la zona oeste de nuestra capital, se generó en ciertos puntos una reacción con movimientos vecinales que se sienten amenazados en su statu quo y calidad de vida.
La acción de estos vecinos autoconvocados ó pertenecientes a asociaciones vecinales se va amplificando y encuentra eco en algunos legisladores que abren espacios para la reflexión y discusión sobre el Patrimonio y Planeamiento Urbano. Ya a fines del año pasado la cámara votó la protección de 575 inmuebles y áreas específicas de la ciudad, pero además algunos ya están presentando proyectos de leyes que buscan suplantar la legislación actual.
Del otro lado del mostrador están los actores que están apostando al sector: inversores, constructores, trabajadores de la construcción, operadores inmobiliarios, sectores vinculados y afines, que observan con preocupación el devenir de los acontecimientos.
La construcción, como se sabe, ejerce un rol multiplicador como muy pocos sectores de la economía. Una actividad que por sí sola afecta a más de 108 rubros y beneficia a otros tantos vinculados directa o indirectamente con los desarrollos inmobiliarios. Un aspecto no menor en un país que necesita imperiosamente desarrollarse.
Gracias a una gentil invitación de la Unión de Comerciantes de Villa del Parque, nuestro periódico fue invitado a participar en una mesa donde un actor protagónico como es el Ingeniero Ángel Nocito hizo un planteo de situación y esgrimió su punto de vista.
Su principal preocupación gira en torno a dos temas que según su entender son claves:
REGLAS DE JUEGO CLARAS y SEGURIDAD JURÍDICA. La construcción de un edificio supone una inversión de varios millones de dólares inmovilizados de 18 a 24 meses, tiempo promedio que dura un desarrollo en terminarse.
La norma actual está desde 1947. Fue derogada en 1977 durante el gobierno militar y vuelta a abrir con muchas más restricciones que en la década del ´40, a partir del año 2.000.
En este sentido el Código de Planeamiento Urbano vigente es muy preciso. Quienes invierten saben cuales son las áreas donde se puede construir. De todos modos una vez adquirida la tierra hay que cumplimentar una serie de trámites que en promedio pueden durar hasta seis meses para la aprobación de planos y la obtención de los correspondientes certificados que extienden las empresas de servicio (EDENOR/EDESUR – AYSA – METROGAS ) garantizando que en esas áreas están en condiciones de dar el suministro necesario. Por lo tanto, si el constructor que adquiere la tierra ha cumplimentado todos los requisitos, tiene derechos adquiridos que deben ser respetados.
INFORMACIÓN VERAZ. Otro punto que lo desvela es la cantidad de datos erróneos que llegan al vecino a partir de fuentes inexactas o malintencionadas. Estas pueden hacer que el habitante piense, saque conclusiones y obre a partir de información falsa.
En la ciudad de Buenos Aires viven menos de tres millones de habitantes, igual o menos que en 1947. Hace 20 años esta ciudad estaba entre las 10 más pobladas del mundo, hoy se ha caído al puesto 17 con perspectivas a seguir bajando.
El lector se preguntará cómo es posible si a uno le da la sensación que cada vez vive más gente? Lo cierto es que por diversos factores sociológicos, la familia tipo está cambiando su composición, se va hacia familias monoparentales, mucha gente joven que se independiza, otros más grandes se divorcian y entonces buscan cada uno su nuevo hogar, y cada día hay más personas mayores que también eligen vivir solas. Todo ello confluye a que a pesar de haber más viviendas, no viva más gente en la ciudad.
A esto hay que sumar, como dijimos antes, que la norma es muy específica para determinar donde se puede construir. En nuestra región la mayor parte de las áreas en la que se pueden construir en más altura – que dicho sea de paso, como los terrenos son chicos, son edificios que no superan los nueve pisos- están circunscriptas a las avenidas Nazca, San Martín, Sanabria, Segurola, Jonte, Nogoyá, Beiró y Cuenca. Así, suponiendo que se construyera a full durante los próximos 20 años, se sumarían en toda la comuna 11 no más de 100.000 personas.
En cuanto a la infraestructura y suministro de servicios, como dijimos en el punto anterior, cuando una obra va a comenzar, las empresas de servicios deben extender un certificado garantizando el suministro y por lo tanto ninguna obra debería perjudicar en este sentido a los vecinos que ya habitan una determinada área.
También las empresas de servicios puede tomar sus recaudos. Por ejemplo, cuando EDESUR lo considera necesario, ofrece a la empresa constructora la colocación de una cámara transformadora, de ella suele tomar energía ese edificio y a su vez genera suministro para un área más extensa. Para esto el edificio debe ceder esa parte de la tierra (servicio de servidumbre) donde se coloca la cámara, y aunque se supone que las empresas recompensan la cesión del espacio con bonificaciones en la facturación, la mayoría de los constructores afirma que rara vez lo hace. Es decir, un edificio nuevo no plantea problemas en cuanto a la distribución de la energía. Otro tema será si no hay generación suficiente de energía en el país.
CONCLUSION: Para finalizar, el ingeniero manifestó que le parece correcto y positivo que, una vez evaluada y analizada la información veraz, se abra un debate serio en la que no pueden quedar afuera todos los sectores involucrados, los urbanistas y las universidades. Y partir de allí estudiar no sólo cuánto puede crecer la ciudad, que a su entender, no es el tema medular, sino dónde y cómo.
Y entonces sí elaborar un nuevo PLAN URBANO AMBIENTAL con una legislación superadora que permita continuar desarrollando la ciudad de manera equilibrada.
Mientras tanto, todos debemos CUMPLIR CON LA LEY VIGENTE.

1 comentario:

  1. Cumplir con la ley significa construir lo que realmente fue aprobado. Cumplir con la ley significa respetar lo que la justicia dice. Cumplir con la ley significa que si una obra está suspendida, sea cual fuera su causa, debe esperarse a que la ley se expida para retomar las obras. Cumplir con la ley significa respetar las normas de planeamiento arquitectónico vigentes y no aprovecharse de intersticios para ganar metraje sin fijarse en el perjuicio al vecino. Y ley se asocia también con ética. Si un constructor no está interesado en hacer propuestas que preserven el patrimonio de ciertas zonas atípicas de Buenos Aires, qué nos queda a los que "sabemos menos" del tema. El capricho de algunos vecinos no es bueno, debe poder negociarse. Pero la avaricia de algunos constructores y comerciantes, que sólo ven más dinero para sus arcas, no puede sobreponerse al interés común y al respeto por la identidad de un barrio.

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