PARROQUIA SANTA ANA Y SAN JOAQUÍN
LAS CENIZAS DEL SACERDOTE EDUARDO RIDANO YA DESCANSAN EN EL TEMPLO
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| El Padre Ridano (izq.) recibe de manos de José C. Rodríguez Nanni el Premio al Buen Vecino |
El Pbro. Eduardo llegó como párraco a la iglesia de nuestro barrio en 1989 y condujo a la comunidad de Villa del Parque hasta su fallecimiento, producido el 2 de septiembre del año 2000.
A poco de llegar, el Padre Eduardo, como todos lo conocían, se ganó el corazón y afecto de los vecinos, en especial de su feligresía que supo guiar a lo largo de los más de 10 años que estuvo conduciendo los destinos de la parroquia.
Su característica bonhomía lo asemejaban a un cura de pueblo, siempre atento a escuchar a sus fieles y dispuesto a dar su palabra de aliento a quienes más lo necesitaban. Con su proverbial sonrisa, su carácter afable y carisma, tenía especial predicamento entre los jóvenes que lo seguían y a quienes inculcaba un espíritu solidario.
Gracias a ese temperamento y conducta fue reconocido como “Buen Vecino del Año” en una de las características fiestas que se hacían anualmente en Villa del Parque, recibiendo luego igual galardón por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
No cabe duda que a sus 59 vitales años nos hubiese gustado que el Padre Ridano siguiera entre nosotros, pero Dios y su infinita sabiduría lo premió llevándolo a su lado.
En esos días de tanto dolor, su comunidad parroquial lo recordaba de esta manera: “Porque fue un sacerdote, el fue un papá para nosotros”… “Caminaba por las aulas para saludar a los chicos por la ventana”… “Nos acompañaba en los buenos y malos momentos con simpatía y alegría, siempre nos hacía chistes”… “En mi corazón tengo un millón de cosas para decir de él”… “Siempre estará a nuestro lado acompañándonos y nunca lo olvidaremos” y finalmente rogaron “Espero que estés muy bien en el cielo junto a Santa Ana, San José, la Virgen y Dios…”
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