DEL ARCÓN DE LOS RECUERDOS
PEPE BIONDI
El legado de un artista único que tenía un amor especial por Villa del Parque.
Pepe Biondi con sus nietos amados |
Su ingenioso humor marcó una época “de oro” de la televisión argentina y permaneció indeleble en el recuerdo popular. Sus famosos latiguillos suelen repetirse hasta el día de hoy, (aunque muchos desconozcan la fuente). Entre ellos… “Qué fenómeno, M´hijo” , “patapúfete” , “Santa pifania de la Malasia, que suerte para la desgracia…” , “como dijo la naranja… son gajos del oficio” , “Ojo, Ojito, ojazo” , sin descontar a sus personajes que han dejado frases célebres en el acervo popular: “Soy Pepe galleta, el único guapo en camiseta…” , “Servidor de ustedes Pepe Curdele, abogado, jurisconsulto, ladrón de gallinas y mangia papeles”. El pintoresco Narciso Bello que solía decir… “Tengo un metejón bárbaro conmigo mismo” ó el adorable… “cómo me quiero, melocotón!” .
Lo que pocos saben es que este extraordinario actor amaba nuestro barrio y lo encontraron “su barrio favorito”, y el que siempre tuvo la esperanza de tener su propia “casita” .
Y esto que decimos quedó plasmado en un reportaje que le hizo el señor José Cesar Rodríguez Nanni para el Periódico “La Voz”, publicado en la edición Nº1.236, del 30 de Junio de 1964.
Con la humildad y bonhomía que siempre lo caracterizó, en la cumbre de su carrera artística, Biondi no dudó en darle un reportaje de un medio vecinal. Un lindo recuerdo que compartimos con los lectores:
Contratapa del Periódico "La Voz" donde salió publicado el reportaje |
R: Me lleva a Villa del Parque… un sentimiento familiar y además me considero del barrio porque en él viven mis suegros y mi cuñada Carmen de Dealti y su hija, mi sobrina Graciela.(*1)
Don Manuel Moraca, mi padre político y mi verdadera suegra Doña María teresa Morán de Moraca (digo mi verdadera [suegra] porque tengo también mi suegra de la TV).
Villa del Parque es mi barrio favorito y no pierdo la esperanza de tener una casita en este lindo lugar.
P: Sabemos que de su natural modestia, pero díganos ¿Cómo se siente un actor laureado y que se sabe querido por su público?
R: Se siente felicidad que depara el saber que no trabajamos en vano, y el aprecio del público nos da mucha fuerza para seguir tratando de hacernos acreedores a esa simpatía que tanto nos honra.
P: ¿Qué opinión le merece el periodismo de barrio, es decir la prensa chica?
R: Nada hay chico en este mundo, cuando es bien intencionado y el periodismo de barrio cumple el deber de mejorar todo lo que nos rodea y apreciamos.
P: ¿Qué proyectos tiene para el futuro?
R: Ver a mi nieto grande y para eso trabajar sin prisa y con pausa para aguantar más, y seguir viviendo pase lo que pase.
La casa, ubicada en Cuenca 3590, VDP que visitaba frecuentemente Pepe Biondi |
R: Que me consideren del barrio, porque siempre fue mi sueño vivir en Villa del Parque.
Un saludo para todos por intermedio de “LA VOZ” y un recuerdo especial y cariñoso para mis queridos amigos: Don Manuel Yanosky, de Villa Devoto y Julián Rodríguez (*2) de Villa del Parque.”
(*1) La casa de los suegros de Pepe Biondi estaba ubicada (ya demolida) en la calle Cuenca
(*2) Julián Rodríguez fue un empresario destacado, titular de la fábrica PROMESA. Y es el abuelo del famoso y talentoso mago MAC LUPA.
HISTORIA DE UN HOMBRE RESILIENTE Y DISRUPTIVO
Pepe Biondi nació un 4 de septiembre de 1909 en el seno de una humilde familia de origen napolitano, siendo el tercero de ocho hermanos. Los primeros años de su infancia los vivió en Barracas y más tarde se fue a vivir a Lanús.
En 1934 se casó con la famosa cantante Zita Mora y fue padre de Margarita quien, casada con el actor Pepe Diaz Lastra, integrante de la troupe de Biondi, le dio dos nietos.
El origen de su carrera artística se remonta a sus años de infancia en el circo, que le daría un porvenir pero también dejó profundas huellas en su alma y en su cuerpo debido a los maltratos y crueldad recibida.
Cuando Pepe tenía siete años llegó a su barrio el circo Anselmi. Un integrante, Juan “Chocolate” Bonamorte lo vio haciendo morisquetas y acrobacias y le pidió a sus padres poder incorporarlo como acróbata en el espectáculo. Pero los métodos de enseñanza que recibió estaban basados en golpes y castigos, que marcarían el resto de su vida. Quien lo salvó de aquellos padecimientos fue la pareja de aquel hombre que un día apuntándole con un revolver le dijo que si volvía a golpear al niño, ella misma lo iba a matar.
Debido a esa violencia constante, la mujer hizo que Pepe volviera con su familia de origen. Pero a la felicidad del reencuentro se impuso la dura realidad de ver a sus padres y hermanos sumidos en una pobreza aún mayor que cuando se había unido al circo.
Debido a ello, Pepe trabajó de canillita e hizo todo tipo de “changas” para llevar unos pesos a la casa y así ayudar a los suyos.
Y el arte siguió atravesando su fibras más íntimas y toda ocasión era propicia para una actuación simpática. Fue así que lo descubrió Napoleón Seth, un payaso legendario. Le propuso incorporarlo a su rutina y formar un dúo, aunque Pepe prefería lucirse con sus acrobacias.
Poco tiempo después se encontró con Peter, un acróbata de escuela circense con quien recorrió varios escenarios de Buenos Aires y Montevideo.
En esas andanzas de circo en circo, conoció a Dick (Bernardo Zalman Ber Dvorkin), un inmigrante ruso con quien armó un dúo artístico que duraría más de veintitrés años. Sus shows se basaban en parodias de catch. Un accidente le produciría un daño en su columna y puso fin a las acrobacias.
Esto no impidió la continuación del dúo Biondi y Dick, que reformuló sus presentaciones y siguió recorriendo América y España.
En 1952 debutaron en la televisión cubana con un éxito rotundo que perduró años hasta que el dúo se disolvió.
Biondi siguió actuando en una Cuba que atravesaba años virulentos previos a la revolución. En 1958 cuando Pepe Biondi salía de un festival fue secuestrado por un comando revolucionario, de un modo parecido al modo en que había sido capturado Fangio unos meses antes. La idea de los secuestradores era llamar la atención bajo el lema “Cuba no debe reír”. Sin hacerle ningún daño, los revolucionarios lo dejaron con un sacerdote, con instrucciones de entregarlo en la Embajada Argentina.
Cuando Goar Mestre (empresario cubano) se radica en Argentina y se hace cargo de canal 13, le propone a Biondi volver a su país. Pepe Biondi debutó en la televisión argentina el 7 de abril de 1961, con el programa “Viendo a Biondi”. El éxito fue rotundo y se extendió hasta 1971. Los shows de Biondi paraban el país, llegando a registra picos de hasta 62,5 de rating, algo totalmente impensado para la televisión actual.
Tras once inolvidables temporadas, y debido a cambios en el canal producidos por el alejamiento de Goar Maestre y a los problemas cardíacos que Biondi padecía, el programa se levantó del aire.
Su endeble salud siguió deteriorándose y Pepe Biondi falleció el 4 de octubre de 1975 a los 66 años.
El secreto de su éxito, fue saber hacer un humor simple y transparente, con sketchs breves con reminiscencias circenses. Los libros, que él mismo escribía desde su visión de clown, estaban atravesados por una enorme humanidad e ingenuidad que lograba atravesar la pantalla y conmovía al televidente.
Pepe Biondi fue un innovador, un disruptor que con su alma de payaso supo darle un nuevo cariz a un humor nuevo y destellante para su época, que estaban cargados de mensajes valiosos como la honorabilidad, la importancia de tener un oficio y la sanas críticas que abordaba desde sus personajes.
Y así como fue un gran transformador en su profesión, supo ser resiliente en su vida personal. Incapaz de guardar rencores no dudó en ayudar a quienes lo necesitaban, incluso a aquel hombre que en su infancia había sido tan cruel con él.
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