domingo, 6 de noviembre de 2022

LA OPINIÓN DE ESPECIALISTAS

PRIMERA INFANCIA


LA INCORRECCIÓN DEL HABLA COMO SEÑAL DE ALARMA

Escribe: Lic. ADRIANA DEZA - Psicóloga (M.N. 55836)


Somos seres parlantes y esto, no es ninguna novedad. También somos prácticos (necesitamos hacer tareas) desarrollar nuestras capacidades motrices finas y gruesas. Si desde pequeños nos prestan atención puede que se eviten déficits en el desarrollo o trastornos dentro del Espectro Autista.

Cada función cerebral puede desde muy temprano convertirse en una señal de una posible neuropsicopatología a futuro. Todas son importantes. Hoy voy a hablar de la comunicación.

Cuando se realiza una evaluación neurocognitiva se tienen en cuenta casi todos los aspectos, y cuando digo casi, es porque abarcar una totalidad se busca como objetivo y en ocasiones se logra, otras, no completamente. La razón se suele basar en la capacidad más o menos trabajada del habla. Por lo general, a los tres años se pretende y con cierto grado de sensatez, una comunicación fluida, con el niño o niña. Utilizo la palabra trabajo, en verdad, la comunicación se estimula y se construye de a dos, como mínimo. Se trabaja.

El bebé aprende mucho antes de hablar a comprender lo que dicen los adultos y me inclino a pensar, un dolor psíquico intenso, cuando no se lo comprende. El llanto, el berrinche, cansa a los cuidadores, en ocasiones se pierde la paciencia y adviene el grito. Ante lo cual, el pequeñín siente pánico. No entiende. No entiende que no lo entiendan.

Hasta acá, hice un simple y breve resumen de un tema para abordar en el capítulo de un libro. La idea es llegar aunque sea a un par de familias para ayudarlos a prevenir males peores.

Pasa más de lo conveniente, relativizar la aparición de las primeras frases. Abunda la información en las redes sobre como fomentar la creación de palabras, sin embargo, hay más chicos con dificultades de comunicación que sin ella. ¿Los padres están demasiados ocupados? ¿En el hogar no se dialoga? ¿Falta paciencia y sobran celulares con jueguitos? ¿Es más importante mantener un trabajo fuera de casa, que trabajar para favorecer la salud comunicativa de nuestros hijos? La respuesta, está en ustedes.

Cuánto más rápido un niño o niña se comunica con fluidez, más rápido se sociabiliza, más rápido, cuenta lo que le pasa, más rápido se evitan posibles abusos, más rápido se es independiente.

Prevenir es curar. Ante la mínima señal de alarma, consultemos. La detección temprana puede determinar el rumbo de un ser indefenso.

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