lunes, 24 de octubre de 2016

EDITORIAL

NOTA DE TAPA

FAMILIA Y SOCIEDAD


Escribe: Lic. MÓNICA RODRIGUEZ - Dirección.

En octubre se celebra el mes de la familia.
Una instancia para celebrar la existencia del grupo humano que cobija y da protección primaria al ser humano, a la vez que lo integra al mundo a través de la enseñanza de prácticas, reglas y pautas de convivencia que le permitan adaptarse exitosamente a la sociedad en la cual está inserto.
La composición de la familia fue cambiando a través de los siglos, también varía de sociedad en sociedad, de país en país, de región en región, pudiendo en algunos casos ser muy numerosa (clanes) y en muchos otros limitarse a considerar solamente a los integrantes centrales o nucleares.
Lejos de los agoreros que anunciaban su fin, la familia hoy vuelve a ser valorizada como núcleo  básico y eslabón fundamental e insustituible para la construcción de una sociedad mejor, más humana y más feliz.
Sin embargo, producto de cambios en las concepciones y formas de entender la pareja humana sumado a la modificación de los roles asumidos por el hombre y la mujer, en la actualidad conviven diferentes formatos de familia: desde el modelo tradicional, pasando por las familias ensambladas, las mononucleares, las conformadas por parejas del mismo sexo o aquellas que asientan sobre la base de la mera convivencia.
Todos estos vínculos, tan reales unos como otros, han obligado a los Estados y a los distintos credos a asumir renovados desafíos, para reconocerlos e incluirlos en todas sus dimensiones.
Desde la perspectiva económica, social, cultural y legal el Estado -y  la sociedad en su conjunto- juega un papel trascendente para contribuir a crear las condiciones de equidad y justicia para que las familias puedan desarrollarse e ingresar en los circuitos de la producción y bienestar, en un contexto que garantice la verdadera igualdad de oportunidades en materia educativa, salud, trabajo y desarrollo social.

No hay comentarios:

Publicar un comentario