lunes, 20 de mayo de 2013

EDITORIAL


AUTÉNTICOS VALORES SOLIDARIOS
Escribe: José Cesar Rodriguez Nanni

Como ciudadanos debemos sentirnos personalmente vinculados con nuestros semejantes y como parte de un país donde la distinción más relevante se ve evidenciada ante las emergencias y siniestros que afectan vidas y patrimonios.
Allí surgen en estas instancias los auténticos valores que constituyen ejemplos de solidaridad por parte de cada miembro y del conjunto que suma esfuerzos y contribuye para que los afectados puedan afrontar la coyuntura del siniestro o percance.
Esto se ha visto fielmente reflejado una vez más ante el problema de las inundaciones, particularmente en La Plata y en múltiples acontecimientos donde se requirió la solidaridad. 
Una de las muestras es la donación de órganos y asistencia a carecientes, donde múltiples organizaciones no gubernamentales constituyen una valiosa contribución inspirados en el bien común.
Acrecentar los vínculos sociales constituye parte de la lucha para una transformación no violenta de nuestra sociedad, donde no bastan gestos o actos aislados, es necesario actitudes permanentes y no solamente en la emergencia, es primordial facultar movimientos de comunicación de los valores individuales y colectivos. Por supuesto, la acción comunitaria es de todos y para todos.
A veces, la crónica diaria nos llena de incertidumbre donde pareciera que vivimos en un caos donde la moral y la ética no fueran más que enunciados, pero los pregoneros del odio a escala global no pueden evitar que los integrantes del conjunto social evidencien comportamientos morales que desvirtúan esa prédica de enfrentamientos y marginaciones y por ello sembrar fraternidad y mantener la mano tendida para paliar sufrimientos, indigencia o percances, es una distinción que puede exaltar una nación como la nuestra que estrecha filas cuando sus semejantes requieren ayuda.

¿Usted qué opina?

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