domingo, 11 de noviembre de 2012

LA OPINIÓN DE UNA CIUDADANA

8 N
El día después
 
El día 8 de noviembre de 2012 será recordado en nuestro país no como una jornada más sino como un día especial donde una significativa porción de nuestra sociedad que ya no se cuenta en miles sino en millones, eligió las calles a lo largo y a lo ancho de todo el territorio para manifestar sus reclamos, con la intención que éstos formen parte de la agenda pública.
Como el 13 de septiembre, se volvió a repetir una larga y heterogénea lista de pedidos, aunque claramente volvieron a emerger temas comunes:
- Seguridad Pública. Preocupación que se acrecienta al ver que el Estado no da las respuestas suficientes, adecuadas y/o esperadas.

- Preocupación por el devenir económico: inflación, costo de vida, necesidad de índices estadísticos convergentes con la realidad que vive cada uno día a día, aumento de la presión tributaria sobre las clases trabajadoras.
- Seguridad Jurídica. Respeto por la Constitución Nacional, la legislación y las libertades individuales que emergen de ella, pilares básicos de la Nación y de la convivencia colectiva. Y que, según perciben quienes se manifestaron, están siendo condicionadas por el Estado Nacional.

- Necesidad de mejorar la Comunicación – Diálogo – Consenso  - Concertación institucional.
Frente a esta requisitoria se abren diferentes caminos.
Seguramente, el primero, el más deseable y esperable por parte de quienes se expresaron en las calles era que los mismos fueran escuchados y recogidos por la actual gestión.
La respuesta oficial no se hizo esperar. La señora Presidente, Cristina Fernández de Kirchner expresó en un discurso al día siguiente, entre otros conceptos: "El verdadero problema es la falta de una dirigencia política que represente un modelo alternativo. De eso no podemos hacernos cargo. Nosotros creemos en el nuestro. Que se encarguen los que no creen en el nuestro en hacer el suyo. Nosotros creemos en nuestro proyecto político, (los otros) que se encarguen de generar un proyecto en base a lo que quiera la sociedad".
Esta respuesta parece marcar una clara y contundente posición: la actual conducción no es permeable a ningún tipo de modificación o cambio de rumbo, ya sea porque esta convencida que es lo mejor para la república, para el sostenimiento del poder ó por considerar que no sabe, no quiere o no puede generar ninguna alternativa posible, ya está dando todo lo que puede dar. La base de sustentación y legitimidad de esta respuesta es en última instancia el 54% del electorado que le dio su voto en octubre del año 2011.
Como decía un político que talló hondo en la historia de nuestra nación… “La única verdad es la realidad”.
Por lo tanto, pareciera que dentro del juego de la democracia, quienes se manifestaron y todos aquellos que aunque no lo hayan hecho, hoy por hoy no están conformes con los caminos por los cuales se conduce al país, deberían buscar otras alternativas posibles.
Una, aunque resulte poco probable, sería esperar que desde la oposición emerja un personaje aglutinante que de respuesta a alguno o a todos los reclamos.
Otro, es comenzar a trabajar seriamente en la usina generadora de un PROYECTO ARGENTINO para los próximos 30 años. Y yo no usaría la palabra alternativo, sino un proyecto superador porque sería deseable que éste tome en su “haber” aquellas políticas que contribuyeron al crecimiento y parta desde allí para plantear el trazado de las bases de las políticas públicas que lleven al país al desarrollo (educación, salud, seguridad, justicia, economía, economías regionales, desarrollo social, defensa, relaciones exteriores, etc.).
Una obra de semejante magnitud no puede quedar en manos de unos pocos. De aquí, sería sumamente constructivo autoconvocarse a un CONGRESO PARA LA NACIÓN - MULTIPARTIDARIO Y MULTISECTORIAL - cuyo período de debate sería 2013/2014. En encuentros periódicos y mesas de trabajo permanente en cada una de las áreas se podría reunir a académicos, intelectuales, políticos, representantes de ONGs territoriales o sectoriales, ciudadanos e inclusive convocar a especialistas extranjeros y funcionarios de otros países que hayan desarrollado políticas públicas exitosas para tomarlas como ejemplo y rescatar de ellas ideas y sistemas que eventualmente podrían ser aplicables en nuestro país.
A fines del año 2014 podría elaborarse el Informe Final, transformándose en un GRAN ACUERDO NACIONAL con las bases fundamentales de las futuras políticas públicas de Argentina. Sobre este “esqueleto” cada partido político y dirigente generaría su propia plataforma electoral (dándole los matices ideológicos propios) de cara a las elecciones 2015.
Paralelamente este Congreso podría ser una excelente causa para ir conformando la RED DE REDES en la cual podrían ser incluidas en forma organizada y sistematizada todas las ONGs de país (donde se encuentra la mayor y más rica reserva de capital social organizado). Si a ello le sumamos los infinitos recursos con que cuenta nuestra nación y el capital financiero que los propios argentinos tienen, que generando la confianza necesaria podrían ser volcados en inversiones perdurables (alrededor de ciento sesenta mil millones de dólares), no hay excusa y no hay razón para que Argentina no se transforme en una gran nación desarrollada e inclusiva para los más de 40.000.000 de habitantes que somos. De nosotros depende.
Lic. Mónica Rodriguez

2 comentarios:

  1. estoy de acuerdo de nosotros depende, nos tenemos que unir
    saludos

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  2. Muy buena nota!
    Maria fernanda (devoto)

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